El pequeño se encontraba resguardado en un puesto de la GNB en el Cementerio General del Sur. Padres iban a recibir cadáver equivocado
Joan M. Camargo/El Universal
Edgar Antonio Arriechi, padre del niño desaparecido el pasado el 2 de junio en la avenida principal de El Cementerio, denunció que en la morgue de Bello Monte le iban a entregar un cadáver que no era el de su hijo. Lo confundieron con pequeño hallado muerto en Petare el 7 de julio, y que presuntamente tenía características similares.
El hombre manifestó que ya tenía todo listo para retirar el cuerpo de la medicatura forense de Bello Monte, cuando una trabajadora social lo llamó por teléfono para informarle que su hijo estaba vivo, y se encontraba en una sede de la Lopna, ubicada en el parque Los Chorros.
De inmediato se trasladó hasta la sede del consejo de protección, donde se cercioró que efectivamente se trataba de su hijo.
Según cuenta el padre, el pequeño desapareció el pasado 2 de junio cuando hacía una cola junto a su tía para comprar pan en la panadería Cacique de El Cementerio. Ella se descuidó y el niño se desapareció. Dos días después fue encontrado por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dentro del Cementerio general del Sur. De ahí lo trasladaron hasta la sede de la entidad protectora.
Arriechi cuenta que el cuerpo del infante que se encontraba en la morgue tenía características similares, pero el tamaño de las orejas no concordaba con la del jovencito desaparecido. Sin embargo, el personal de la medicatura insistió que sí se trataba de su hijo.
El señor Edgar indicó que denunciará al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) de Bello Monte por querer entregarle un cadáver equivocado. Además, también denunciará al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) por las torturas recibidas en un interrogatorio. Los detectives pensaban que los padres habían asesinado al niño.