La ansiedad, conoce como sacarla de tu vida

Dale la cara a la ansiedad y sácala de tu vida.

La ansiedad es una respuesta natural de nuestro organismo ante las amenazas externas. Es un mecanismo que nos ayuda a adaptarnos a los cambios del entorno, a estar prevenidos ante el riesgo. Nos ayuda, pues, a estar alerta, por lo que se puede decir que intrínsecamente la ansiedad es algo positivo.

La “ansiedad buena” aparece entonces y nos facilita reaccionar de manera rápida y protegernos de la amenaza. Sin embargo, otro tipo de ansiedad, la no adaptativa, que aparece en situaciones, lugares y ante recuerdos que no son amenazantes per sé . Cuando este tipo de ansiedad surge de manera reiterada y se prolonga en el tiempo se conoce clínicamente como trastorno de ansiedad.

Estos son algunos de sus síntomas:

– Preocupación excesiva durante las actividades diarias

– Falta de concentración

– Cansancio constante

– Problemas de sueño

– Chequeos constantes de que lo que te preocupa se encuentra bien.

¿Qué podemos hacer ante la llamada “ansiedad mala”?

Cuando se manifiesta con síntomas físicos lo mejor es acudir a un psicólogo, puesto que, probablemente, no seremos capaces de achacar los problemas de respiración, taquicardias y dolores a la ansiedad, y comenzaremos a preocuparnos en exceso. Entraremos así en un círculo vicioso del que es difícil salir sin ayuda.

Hay situaciones adversas que ocurren sin que nosotros podamos hacer nada para evitarlas, acontecimientos que chocan con nuestras necesidades, expectativas y deseos. En estos casos, nuestra reacción es quejarnos, protestar y adoptar una actitud victimista, que puede alargar el sufrimiento.

En cambio, si aceptamos y abrazamos el dolor, promovemos un cambio constructivo. Quejarse y no aceptar una situación (mi pareja me ha dejado, me han despedido del trabajo), no produce ningún cambio.

Sabemos que es el dolor, sabemos que es el sufrimiento, ahora nuestra tarea consiste en alejarlo de nosotros, y, por ende, alejar la ansiedad. El psicólogo nos va a ayudar, pero debemos tomar las riendas de este proceso. Aceptando la realidad, asumiendo, si la tenemos, nuestra propia responsabilidad, y buscando soluciones.

El primer paso para salir de la ansiedad es querer dejarla y amarnos.