Los familiares de Abraham Antonio Portillo acusan al «Tetero», el «Luis Enrique» y «Maniola» como los homicidas. La Policía investiga el crimen como una riña entre indigentes. La víctima cuidaba carros en el sector Santa María
Los familiares culminaban los últimos pagos en la morgue forense para sepultar, por fin, después de una semana, a Abraham Antonio Portillo, de 44 años. Apenas vieron su fotografía revivieron el dolor. No lloraron, pero acariciaron la imagen en el teléfono suavemente. El asesinato del cuidador de carros lo planificaron tres de sus primos para quedarse con la casa, en el sector Santa María, que cuidaba desde hacía 20 años, denunciaron sus parientes.
A Antonio lo vieron por última vez el pasado sábado en la mañana. Arribó a la residencia de su hermana, Rosa Portillo, golpeado. » A mis primos les disgustó la noticia de que debían desocupar la casa que cuidaban. Solo a mi hermano le ofrecieron reubicarlo».
El «Tetero», el «Luis Enrique» y «Maniola» lo atacaron, le dijeron los testigos a la familia. «En el estacionamiento de la avenida 22 con calle 73 lo golpearon con un tubo. Lo mataron, regresaron a la casa, robaron su ropa y se adueñaron del lugar».
Teresa Cárdenas, madre de Antonio, se lamentó de las actuaciones policiales. Juró que les explicaron a los funcionarios los detalles de la golpiza, las amenazas de los primos y la pelea donde casi lo asesinan. «Escucharon, pero a la final no hicieron nada». Los detectives, según la mujer, interrogaron a los sospechosos y los dejaron libre. El expediente lo engavetaron con el móvil de riña entre indigentes.
Jéssika Ferrer Palma /La Verdad