Recapturan a reo belga que se fugó de los calabozos de la Policía en Macuto

reo-macuto

Solo 31 horas duró en la calle el privado de libertad de nacionalidad belga que había escapado la madrugada del miércoles de los calabozos de la Policía de Vargas en Macuto, informó Andrés Goncalves, secretario de Seguridad Ciudadana.

La captura la practicaron comisiones de la Secretaría de Seguridad y de Polivargas a las 10:00 am de ayer en el hotel Santiago, en Macuto, específicamente en la habitación 310, donde fue hallado el reo, identificado como Leyoma Bombile.

Al lugar también acudieron efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y el fiscal Décimo de Derechos Fundamentales del Ministerio Público, Lenín Del Guidice.

El jefe de seguridad de Vargas precisó que el sujeto tenía en su poder un pasaporte falso de la República del Congo, así como tarjetas de crédito e identificaciones chimbas.

Bombile llegó al retén de Macuto en octubre pasado, luego de ser detenido por funcionarios del Comando Antidrogas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que opera en el Aeropuerto de Maiquetía, cuando intentaba transportar dos kilos de droga en una enciclopedia. A este delito ahora se le suma el de evasión.

“Por el caso fueron puestos a la orden del Ministerio Público tres funcionarios policiales que estaban de guardia cuando se produjo la fuga. Estos fueron identificados como oficial jefe Cristian Lizardi y los oficiales Junior Blanco y Ulises Narváez”, puntualizó el secretario de Seguridad.

Llevaban jovencitas para ser prostituidas en los calabozos.

Goncalves señaló que como resultado de la investigación y con la detención de los policías se determinó que al centro de reclusión temporal eran llevadas adolescentes y mujeres para que se prostituyeran.

Justamente en la evasión de Bombile está implicada una adolescente de 17 años que fue localizada en el retén y que también resultó aprehendida junto al taxista, de nombre Yember López, quien la trasladó hasta el calabozo para que trabajara como prostituta, reseña Diario El Clarín