El horror que se vive en la Cota 905 por un doble asesinato

Madre e hija fueron asesinadas en la Cota 905 luego de que denunciaran a los “azotes” de la zona. El hecho ocurrió luego de que el Cicpc hiciera un allanamiento en el sector.

Alicia Maza, de 64 años, fue asesinada en Las Torres, barrio Las Quintas, justo frente a su casa. Presentó heridas con arma blanca y le golpearon la cabeza contra un bloque.

Ese 27 de septiembre, en la madrugada, los ladridos los perros levantaron a uno de los vecinos. “Me levanté, salí y me quedé helado. La vi ahí tirada y lo que hice fue ponerle una sábana para cubrirle el cuerpo“.

“Lo primero que se me ocurrió fue llamar a su hija. No me atreví a entrar a la casa para evitar que me involucraran en algo, tú sabes, los funcionarios de la policía son muy malintencionados. Entonces cuando estoy llamando a la hija, ese teléfono repica y repica y nada que me atendió”.

Linda Cubides, su hija, apareció muerta dentro de su carro, un Fiat rojo. La asesinaron en la avenida Guzmán Blanco en El Paraíso de un tiro de escopeta entre la noche del viernes y la madrugada del sábado.

 

Pero para ese entonces, el vecino que cita Efecto Cocuyo, no sabía que Linda también había sido ejecutada.“De lo de la hija nos enteramos por la prensa y todavía estamos consternados. Pobrecita, era una muchacha de apenas 32 años (…) Ellas no tenían familia por aquí, solo eran ellas dos y el esposo de la chama, que me imagino que se piró de aquí por miedo”, agregó al tiempo que se atrevió a opinar que en el doble crimen están involucrados tanto como la policía como varios delincuentes de la zona.

En la morgue de Bello Monte se manejó la hipótesis que fueron asesinadas por denunciar a los hampones que allí habitan. “Hay algo que se dice por aquí y que a mí me parece que tendría que ver: parece que ellas sirvieron de puente a los pacos (policías), les pasaron datos, información, nombres, fotos, de los malandros que controlan la zona. Se fueron de sapas. Y no fueron ellas las únicas. Junto a ellas, hay un grupo de vecinos pero de la parte de abajo del barrio que los datearon. Así fue que lograron entrar al barrio cuando hicieron el operativo de la OLP”, narró el residente de la populosa zona.

Y aquí me atrevo yo a hacer conjeturas: o fueron los malandros que se enteraron y se vengaron, o fue la misma policía para que todos pensemos que fueron los malandros

Por su parte, el comisario Luis Godoy, exjefe de la División de Homicidios de la extinta Policía Técnica Judicial, consideró que el doble homicidio no fue por robo. “Puede ser cualquier otro móvil, pero por los elementos que rodean a las muertes, efectivamente pareciera que se trata de una venganza. Y si eso es cierto, por supuesto que el miedo entre los habitantes debe ser terrible porque lo que le hicieron a esas mujeres se lo pueden hacer a cualquiera que haya servido como puente para que la OLP se diera en ese lugar, pues un operativo de esa naturaleza es imposible llevarlo a cabo sin la cooperación de uno o varios vecinos”.

TEMEN DENUNCIAR A LOS HAMPONES

Otra vecina, también consultada por Efecto Cocuyo, dijo que en el barrio temen denunciar a los hampones que allí residen. “La policía viene en contra de uno, nos dicen que nosotros somos los culpables de que nos traten así a los coñazos porque no denunciamos a los malandros pero la realidad es que no podemos. Si lo hacemos somos nosotros mismos quienes nos ponemos una pistola en la cabeza. No es que no queremos denunciar, es que no podemos”.

Relató que, obviamente, en la Cota 905 saben quiénes son los delincuentes, pero que nadie se atreve a acusarlos. “Todo el mundo aquí sabe quienes son pero nadie va a decir que si fue fulano o fulanito porque nosotros y nuestros familiares corren peligro. Y al final eso es asunto de ellos con los policías. Nosotros solo tenemos que ver en ese rollo porque lamentablemente vivimos aquí por mala suerte, pero por más nada”, remató.

Crédito: Efecto Cocuyo

Crédito: Efecto Cocuyo

Crédito: Efecto Cocuyo

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