Aunque para muchos puede sonar como un término nuevo, la zumoterapia se ha usado por décadas como un método complementario a ciertos tratamientos o simplemente a la alimentación. Como explicamos antes, consiste en la ingesta sistemática de jugos de frutas y verduras orgánicas, sin endulzantes y está recomendada para todas las edades sin distinción.
Según la Organización Mundial de la Salud, un 19% de los cánceres gastrointestinales y un 31% de los casos de cardiopatía isquémica, se deben a una dieta pobre en frutas y verduras. Se puede considerar, entonces, que la zumoterapia es una buena opción para alcanzar los niveles recomendados en el consumo de estos alimentos (5 porciones diarias): es más fácil y rápido de ingerir que las frutas completas y en muchos casos más sabroso.
Su principio fundamental es que toda fruta y verdura contiene sustancias bioactivas específicas, que aportan de diferentes maneras a la salud. Una forma simple de saber qué alimento ayuda a qué, es mediante los colores:
Rojos/púrpuras como el arándano, las cerezas y las fresas, contienen antolianina, un antioxidante que protege el cerebro.
– Rojos como los tomates y el pimentón, contienen licopenos que evitan el daño celular y tienen un gran poder antioxidante, por lo que ayudan a prevenir especialmente el cáncer de próstata, estómago y esófago.
– Anaranjados como las zanahorias, los mangos y los zapallos, contienen betacarotenos que ayudan en la prevención de enfermedades cardíacas.
– Amarillo anaranjados como las naranjas, las papayas y las piñas, contienen beta-criptoxantina un antioxidante que ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino.
– Amarillo verdosos como las espinacas, los pepinos y los porotos verdes, contienen luteína y zeaxantina que ayudan a tener una mejor visión y evitan la progresión de las cataratas.
– Verdes como el brócoli, el repollo y las acelgas, contienen isocianatos que previenen el cáncer de mama.
– Blanco verdosos como el ajo, la cebolla y las alcachofas, contienen alicina y flavonoides que se caracterizan por tener propiedades anticancerígenas y cardioprotectoras.
6 cosas que debes saber de la zumoterapia
1. Los zumos no son batidos. El jugo se hace en licuadoras que separan la pulpa de la fibra. El batido, en cambio, mezcla todo: pulpa y fibra en un mismo líquido, además de agregarle, por lo general, yogurt o leche. Así, el jugo tiene la ventaja de que es más rápidamente digerido por el cuerpo, por lo que las vitaminas y nutrientes son asimilados con mayor facilidad. En el caso de los batidos, la fibra hace más lento todo ese proceso.
2. Los zumos no engordan. Aunque depende de la mezcla de los alimentos y sus calorías, lo común es que no provoquen aumento de peso, siempre y cuando no se les agregue ningún tipo de endulzante. No hay que olvidar que la idea es consumir frutas y verduras, nada más.
3. La ingesta de zumos no tiene efectos secundarios. Si se utilizan alimentos frescos, en buen estado y orgánicos (libres de transgénicos y productos químicos), no debiera haber ningún tipo de problema.
4. Los zumos se deben tomar inmediatamente una vez preparados. El contacto con la luz y el aire hace que pierdan vitaminas y provoca su oxidación. Por más bien que estén guardados en el refrigerador, no tendrán el mismo valor nutritivo del que tenían cuando recién fueron elaborados.
5. Jugos envasados “100% naturales” no es lo mismo que jugos naturales. Ya lo dijimos: si el jugo no es consumido minutos después de ser elaborado, pierde su valor nutritivo. De todas formas, se recomienda que una vez abierto el envase, se ingiera de inmediato su contenido, porque especialmente la vitamina C se pierde rápido con su exposición al exterior.
6. La mejor hora para tomarlos es antes del desayuno. Se sugiere tomar entre dos y tres vasos diariamente de 200 ml. Lo ideal es que sea una hora antes de la primera comida del día, por tener una fuerte acción revitalizadora y desintoxicante. De no ser así también puede ser a media mañana o dos horas después de cada comida.
Fuente: http://www.guioteca.com