El cerebro no distingue si una risa es real o fingida, solo responde al estímulo, por eso eleva la autoestima y ayuda a enfrentar los problemas con ánimo
La risa refuerza el sistema inmunológico y eleva la frecuencia vibratoria del cuerpo, porque libera endorfinas que mejoran la autoestima y ayudan a enfrentar situaciones negativas con ánimo, por eso la Gerencia de Educación y de Mercadeo de la SAV en alianza con la organización Motivarte realizaron una actividad de Risoterapia en las instalaciones de la clínica de Prevención del cáncer (CPC), esta actividad estuvo dirigida a pacientes oncológicos, sus familiares y personas que quisieron vivir una mañana distinta.
La gerente de Educación de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), doctora Michelina Cipriani, aseguró que, aunque es fundamental seguir el tratamiento médico para sanar, la finalidad de la actividad es que los pacientes con cáncer y sus familiares disfruten de un espacio de liberación donde no piensen en la enfermedad, sino que tengan la oportunidad de reírse y tener pensamientos agradables.
La doctora, especialista en salud pública y gerente de educación de la SAV, comentó que la risoterapia desarrollada en las instalaciones de la CPC “ayudó a los pacientes a aliviar las cargas emocionales que genera la patología”.
El risoterapeuta, Jony Monsalve, afirmó que es esencial reírse porque, al ver las situaciones con empatía, “disociamos las emociones negativas y las transformamos en positivas”. Explicó que para lograr sonreír en momentos difíciles “es importante recordar que somos parte de la solución y no del problema, por eso debemos tomar unos segundos para respirar profundo y visualizar la forma de mejorar, al enfocarnos en un pensamiento positivo”.
De acuerdo con el risoterapeuta, el cerebro no distingue si la risa es real o fingida, sino que responde al estímulo, por lo que contribuye a elevar la autoestima y entender que sí se pueden solventar los problemas.
“Lo primero que se debe hacer al despertar es sonreír y quererse, porque eso ayuda a vivir y cambiar los pensamientos negativos”, señaló Omaira González, paciente en etapa de remisión completa, quien tiene 10 años de haber sido operada por una lesión mamaria. Recalcó que la risoterapia fortaleció su alegría, lo cual es importante porque, al padecer la enfermedad, su actitud positiva, auténtica y la fe fueron los elementos que le permitieron sanar.
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