Piden a Rangel Gómez cumplir su palabra de «comer piedras» ante la escasez

“El cartón de llegó a Bs. 1000. El gobernador Rangel Gómez dijo que él por la revolución es capaz de comer piedras fritas. ¿Le creemos?”, replicó el novelista y entrevistador Leonardo Padrón (@Leonardo_Padron).

Es que esa no es la del gobernador de Bolívar”, respondió con ironía el exsecretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo (@aveledounidad).

“El pueblo sí puede comer piedras fritas pero el gobernador lo veo muy difícil”, reviró Alfredo Quilarque (@AlfredoQuilarq3).

Otro , Jesús Orta (@JESUSORTAM), también ironizó: “@CorreodelCaroni @rangelgomez si la escasez no causa molestia, si mas bien nos alegramos cuando no conseguimos nada ya q nos ahorramos dinero”.

“Queremos ver si Rangel Gómez se come su de piedras, que lo dudo mucho”, retó el usuario Marcelo Bitonio (@BitonioBitonio).

A finales de julio, a pesar de que inicialmente negó los saqueos en San Félix, luego los atribuyó a una planificación y premeditación. Al menos cinco muertes se han registrado en 2015, por las colas, la escasez y el sobreprecio.

Origen de otra molestia

El motivo de la cólera de en Twitter va más allá de la escasez generalizada –que el Centro de Investigación para la Productividad y la Vida de la Universidad Católica Andrés Bello, el Ciepv-UCAB Guayana- calculó recientemente en 51,08 por ciento en San Félix, por ejemplo; la molestia es por el reproche del ejecutivo regional ante el derecho de los venezolanos de molestarse ante el desabastecimiento.

El cuestionamiento en Twitter al juicio del gobernador llevó a usuarios a devolverle el desafío de comer piedras y palos, como él instó a chavistas en su programa radial.

Los comentarios sarcásticos –e insultos de todo tipo- se hicieron notar, varios usuarios ironizaron que los palos y piedras son un nuevo plato típico del venezolano.

¿Qué dijo el gobernador la semana pasada?: “Tengamos mucho cuidado, que nos quiten lo que les dé la gana, nosotros somos capaces de comer palo o tirar en vez de dos huevos, dos piedras y nos comeremos las piedras fritas, pero a nosotros no nos doblega nada ni nadie”.

Por si el mensaje no quedó claro, Rangel Gómez remató así: “Por eso compatriotas no se dejen engañar, no vayan a caer en la tentación, están buscando que la gente empiece a saquear, que empiecen las guarimbas porque se sienten perdidos, porque este pueblo puede estar bravo ahorita porque hizo una cola pero este pueblo está recapacitando y entendiendo que no se puede dejar quitar todo lo que ha logrado por un paquete de harina PAN o por una lata de sardina que no consiguió”.

“Qué facil es decirle al pueblo que no se moleste por la escasez .tranquilos que mi fsmilia y yo tenemos d todo”, opinó Mayela Rosales

(@MayelaRosalesA) en respuesta a Rangel Gómez.

Según el Ciepv, alimentar a una familia en el municipio Caroní promedio costó en agosto 44.963 bolívares; es decir cuatro salarios mínimos.

Marco A. Palomino (@mpalom) concluye: “@CorreodelCaroni @rangelgomez Un total desconocimiento de las penurias que pasa el pueblo, ASÍ GOBIERNA LA DERECHA”.

Lógica de Rangel Gómez

El Banco Central de Venezuela mantiene su política de callar las cifras oficiales de indicadores económicos como la escasez, balanza de pagos e inflación. Esta medida ha sido ampliamente criticada incluso en el seno del oficialismo.

César Ramírez, diputado por Voluntad Popular al Consejo Legislativo del estado Bolívar indicó que 27 millones de bolívares fueron destinados a la Secretaría de Relaciones Públicas y Publicidad del estado Bolívar para costos de propaganda.

Ciudad Guayana y las demás urbes del estado tienen problemas con la semaforización, vialidad (rayado y pavimentación), inseguridad
Rangel Gómez insta a los ciudadanos a no “caer en la tentación” de molestarse por no conseguir alimentos ni nada en los anaqueles y bandejas de mercados. Pese al cierre de la frontera con Colombia, de apelar a discursos como la “ultraderecha” o el “imperio”, del control precios o del régimen cambiario: la escasez no merma de ninguna forma.

Fuente: Correo del Caroní