Cientos de venezolanos acudieron este jueves a la Cruz Roja en Caracas para recibir la ayuda humanitaria ingresada al país el pasado martes y por la que hicieron una larga fila a la espera de que les entregaran bidones y pastillas para potabilizar el agua que hoy también escasea en la nación suramericana.
Algunos, como el ingeniero de sistemas jubilado José Martínez, de 63 años, acudían con la esperanza de poder conseguir medicamentos, pero se conformaban al conocer que solo recibirían un bidón y una caja de pastillas potabilizadoras.
Martínez, quien vestía una camisa roja con una imagen del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), dijo a Efe que le parecía «extraordinario» el apoyo humanitario en medio de la crisis, y aunque aseguró que el agua llega «regularmente» a su hogar, hacía su fila para recibir la cubeta de 20 litros.
«Me parece extraordinario y había también una expectativa de que nos entregaran una medicina, yo traje mi justificativo médico (…) pero el día de hoy solamente están entregando los recipientes para el agua y los potabilizadores», indicó.
El hombre, que además se apoyaba en un bastón, fue criticado por una mujer identificada como María Teresa Zúñiga, quien, por el contrario, dijo a Efe que recibía agua en su casa cada ocho días y «llena totalmente de arena negra».
Pese a que las autoridades de la Cruz Roja han pedido no politizar la ayuda humanitaria, la mujer de 57 años no dudó en afirmar que los apoyos ingresados el martes a Venezuela son un logro del jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó.
Desde que ingresaron estas ayudas para enfrentar la crisis que el gobernante Nicolás Maduro se empeñó en negar hasta inicios de año, todos los sectores de la sociedad venezolana, incluidos los políticos, han celebrado este apoyo como una «victoria».
En el cargamento ingresado hay 24 toneladas de asistencia humanitaria entre los que destacan medicamentos para urgencias, 14 plantas eléctricas y bidones para el mantenimiento del agua.
La entrega de bidones y pastillas a los caraqueños ocurre desde el mismo martes cuando ingresó la ayuda procedente de Panamá.
Según dijeron representantes de la Cruz Roja fuera de micrófono a Efe, los repartos también han ocurrido en otras comunidades populares del centro-oeste de la capital como Caricuao, el 23 de enero, La Candelaria y San Bernardino.
Además, la institución ofrece charlas sobre cómo potabilizar el agua con las pastillas y en caso de no tenerlas.
Aunque la fila parecía fluir con rapidez, una vecina de la zona identificada como Yadira y que se encontraba al final de la hilera, dijo a Efe que llevaba dos horas en cola y reiteró la denuncia que han hecho distintas comunidades sobre los fallos en el suministro de agua.
«En mi casa -el agua- llegaba frecuente, pero ahora con el problema que hay, cuando se va la luz se va el agua (…) no se ha ido la luz pero estamos sin agua todavía, no sé si habrá, creo que desde el jueves estamos sin agua», señaló.
La actividad transcurrió con normalidad hasta que los bidones se acabaron y varios de los que se encontraban en la fila se enfadaron.
En medio de la situación también fue detenido por minutos el periodista Frank Thomas Guerra, del medio venezolano Venepress, según informó el Sindicato de Trabajadores de la Prensa (SNTP) de Venezuela.
Según el gremio, el comunicador registraba denuncias de personas que aseguraban que funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) «se llevaron bidones con pastillas potabilizadoras que formaban parte de la ayuda humanitaria».
El SNTP aseguró que al periodista, ya liberado, le hicieron «borrar el vídeo» que contenían estas denuncias, reseña EFE