La línea dura se impone en el gabinete de Maduro

Dos merideños con la responsabilidad de sacar el pecho en seguridad y economía para el 2017. Al nuevo vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, analistas lo consideran  como la línea dura para enfrentar la radicalización de la oposición para este año.  El recién designado Ministro de Economía y Finanzas,Ramón Lobo, tiene la difícil tarea de enderezar el timón económico y concretar la puesta en vigencia del cono monetario. 

Priselen Martínez Haullier/Panorama

Tareck El Aissami: El quinto gobernador que se suma al tren ministerial

Tareck El Aissami tiene dos tareas por las cuales responder en su cargo como Vicepresidente de la República: seguridad y eficiencia.

En sus manos está continuar con la Mesa de Diálogo, que deberá reunirse de nuevo el próximo 13 de enero, aunque ya la oposición adelantó que no se sentará hasta que el Gobierno no cumpla con los acuerdos.

El Aissami es uno de los cinco gobernadores de los que el presidente Nicolás Maduro echó mano para sumarlo a su gabinete.

Representa la línea dura del chavismo y ahora del madurismo y con una mirada puesta firmemente hacia las  elecciones  presidenciales en el 2018.

De hecho, ya envió su primer mensaje a la oposición al calificar de “ilegítima” la instalación de la nueva AN al mando de Julio Borges.

Alfonso Hernández,  politólogo, opina que es el “indicado” para “enfrentar políticamente el ala radical” de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que, ayer, asumió la Asamblea Nacional (AN);
“Maduro necesita de una mano dura—agrega—Aristóbulo Istúriz cumplió su papel de negociador por excelencia, pues ahora el contexto nacional es cambió”, destaca Hernández.

El constitucionalista Jesús Silva, coincide con Hernández sobre la escogencia del exgobernador de Aragua, ya que, a su juicio,  significa “el endurecimiento del régimen chavista hacia la MUD y la AN”.

Lo describe como un personaje “confrontativo”  que en el fondo se asemeja “al tono irreconciliable del opositor Julio Borges”, ahora al frente del Parlamento. “Ambos indican la agudización de la polarización en el 2017”, asegura.

Considera que con la salida de Aristóbulo Istúriz “se cierra el capítulo del diálogo como estrategia del Gobierno hacia la oposición”.

Para Manuel Malaver, periodista y analista político, es un “hombre comprometido con la línea dura del Gobierno (…) y desde una lectura internacional, señala, que con su designación el Gobierno le está enviando un mensaje al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su política hacia Venezuela”.

Pero, para el politólogo Nicmer Evans, lo delicado de la designación “es tener a un Vicepresidente con complejo de policía”, y para Hernández en cambio, su  experiencia   como Ministro de Interior y Justicia le  permitirá avanzar en el tema de seguridad como se lo pidió el Presidente.

“Es el inicio de otra etapa (…),  detrás de eso están sus claras  aspiraciones presidenciales que han sido públicas en el Partido Socialista Unido de Venezuela, el ser la figura de relevo de Maduro en caso de unas eventuales elecciones presidenciales”, afirma.
“Lo que se suponía que era Aristóbulo para el 2017 con la transición si se aplicaba  revocatorio, ahora Maduro se montó en pensar en el 2018 con  un Vicepresidente joven dispuesto a cumplir lo que le diga”, añadió.

 

Ramón Lobo: La continuidad en las políticas económicas

A Ramón Lobo se le conoce por su trabajo como parlamentario,  representante de su natal Mérida,  proponente de la unificación cambiaria, pero tembién creyente de que la guerra económica es la responsable de la crisis.

Le toca asumir en un momento en el que el Gobierno tomó la decisión de implementar un nuevo cono monetario, que aún no entra en vigencia, como contraofensiva al ataque de la moneda nacional y continuar haciendo frente a la guerra económica,  enemiga número uno del Gobierno,  dicho por el propio presidente Nicolás Maduro.

Desde su curul en la AN, como representante del Bloque de la Patria, ha defendido que los nuevos billetes, “no generarán inflación y permitirán adecuar  a la economía”.

Para el economista y exministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, el desafío para este gabinete será aplicar “la eficiencia en los mecanismos de distribución de los bienes que permitan reducir la escasez de alimentos, medicinas, así como la implementación de un programa de estabilización macroeconómica  para sacar a Venezuela de la recesión y la desbordada inflación”.

Ahora bien, desde la bancada de la MUD en la AN, el diputado José Guerra, aseguró:  “Dificulto que Ramón Lobo tenga un plan claro para el tema económico. El nuevo gabinete es signo de radicalización del gobierno. Este es el 51 vicepresidente del área económica. Estamos acostumbrados a esos cambios, es signo de desorientación”.
Mientras que para el periodista y analista Manuel Malaver, opina que es hombre que fue designado “para continuar con las políticas que se han diseñado en Venezuela en los últimos años (…)”.

Para el politólogo, Alfonso Hernández, el Presidente lo designó “por ser parte del ala de El Aissami, pues ambos vienen de ser dirigentes  de la Universidad de Los Andes (ULA)”. “Requieren de Lobo su obediencia y disciplina para continuar con los lineamientos del Gobierno”, asegura.

Desde el ala empresarial, Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras, dijo que están a la espera de que le den la oportunidad a sentarse con el resto del país y los factores productivos de la nación, aunque tiene muy pocas expectativas de que realmente los nuevos integrantes del Ejecutivo vayan a tomar la dirección correcta.

Dijo que, históricamente, el primer trimestre del año siempre ha sido complicado en materia de abastecimiento y el agravante en este año es que muchas empresas se vieron obligadas a salir de vacaciones y a su regreso conseguirán que no tienen ni materia prima ni insumos.

Debido a estas condiciones espera que la escasez se incremente este primer trimestre, “sobre todo, si el Gobierno no termina de tomar las decisiones que aborden los problemas estructurales”.