La madre de Madeline Soto, la adolescente de 13 años asesinada en Florida, ha revelado a la policía que sospechaba que su novio
Jennifer Soto afirmó al New York Post que sospechaba que su pareja estaba «preparando y abusando» de su hija antes de que se le acusara de su muerte.
El cuerpo de Madeline fue hallado el 1 de marzo en el condado rural de Osceola, cuatro días después de que se reportara su desaparición cuando no llegó a la escuela en Kissimmee el 26 de febrero.
En una entrevista con detectives el día del descubrimiento del cuerpo, Jennifer Soto, expresó su creencia de que Stephan Sterns era «culpable» del asesinato de su hija.
Según un informe complementario obtenido por FOX35 Orlando, Jennifer explicó que tenía conocimiento de la manipulación y el abuso que su hija estaba sufriendo a manos de Sterns.
En el momento de la declaración, Sterns se encontraba en prisión por cargos no relacionados con el caso de Madeline.
Sterns fue detenido por posesión de material de abuso sexual infantil, el cual fue descubierto en su teléfono durante la investigación de la desaparición de la adolescente.
El novio de Soto había afirmado haber visto a Madeline por última vez cuando la dejó cerca de su escuela secundaria la mañana del 26 de febrero.
Una declaración jurada de arresto reveló que Sterns había comenzado a abusar sexualmente de Madeline cuando ella tenía solo 11 años.
Era un maestro mentiroso
Soto le expresó a los detectives que su novio era un «maestro mentiroso», aunque al principio no quería creer que él estuviera involucrado en la desaparición de su hija.
Sin embargo, cambió de opinión tras ver fotos que mostraban lo que parecía ser el cuerpo sin vida de Madeline en el auto de Sterns, el mismo día en que él afirmó haberla dejado cerca de la escuela.
Otras versiones
Las autoridades han informado que Jennifer Soto admitió haber priorizado a su novio, Stephan Sterns, sobre la seguridad de su hija, Madeline.
En un momento, supuestamente comentó a los oficiales que el «asunto sexual» (el abuso sexual de Madeline) «no era malo», aunque reconoció que el asesinato de su hija fue «malvado».
Según la evaluación de un detective, parecía que Jennifer había aceptado la victimización y su emoción parecía poco genuina.
Durante una entrevista en el segundo día de la investigación, Jennifer Soto admitió que permitía que Stephan Sterns compartiera la cama con su hijo pequeño.
En una grabación obtenida por WFTV9, mencionó que a veces enviaba a sus hijos a dormir juntos para poder descansar.
También explicó que a menudo dormían los tres en una cama tamaño king o que Sterns subía solo a compartir la cama.
A pesar de su separación, Soto le permitió a Sterns seguir viviendo con ella y su hija porque «confiaba en él».
Otras voces del caso
El 29 de febrero, la policía entrevistó a una mujer que tuvo una breve relación con Stephan Sterns en 2022.
Ella explicó que terminó la relación porque Sterns insistía en regresar a la casa de Jennifer Soto todas las noches, afirmando que madre e hija no podían dormir sin él.
El 7 de marzo, dos compañeras de habitación de Jennifer informaron a los detectives que escucharon «ruidos» del dormitorio de arriba.
En esa habitación Sterns y Madeline supuestamente dormían solos. Esto ocurrió la noche antes de la desaparición de la adolescente mientras que Jennifer estaba en una habitación separada.
Otros acusados
A pesar de las aparentes admisiones de Jennifer Soto sobre el abuso y asesinato de su hija Madeline, las autoridades han afirmado que no buscan acusar a nadie más en el caso.
En la mañana de la desaparición, Sterns fue grabado arrojando objetos a un bote de basura en la propiedad que compartía con madre e hija, donde luego se encontraron la mochila y el ordenador portátil de Madeline.
Sterns fue acusado de asesinato el 24 de abril, y la autopsia determinó que la causa de muerte fue homicidio por estrangulamiento.
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Además, enfrenta 40 cargos relacionados con la posesión de material sexual infantil, así como varios cargos de agresión y abuso sexual. Tiene una audiencia programada para el 14 de octubre.
El caso ha conmocionado a la comunidad y ha generado un debate sobre la seguridad de los jóvenes y la prevención del abuso en relaciones desiguales.
Con información de New York Post