La trágica historia de un campesino que fue perdiendo la memoria por usar «herbisida de monsanto»

Paul François había utilizado Lasso en sus tierras, un herbicida de Monsanto, y el estar expuesto a sus vapores, había comenzado a tener graves efectos en su organismo.

 

Una mañana de abril de 2004 Paul François comenzó a escupir sangre.

 

Apenas tuvo fuerzas para regresar a la casa, y con dificultad le explicó a su esposa lo que había pasado antes de desvanecerse.

 

El agricultor que vive en la localidad de Bernac, en el oeste de Francia, había utilizado Lasso en sus tierras, un herbicida de Monsanto, y el estar expuesto a sus vapores, había comenzado a tener graves efectos en su organismo, como posteriormente se constataría este jueves en un tribunal de Lyon.

 

De acuerdo con AFP y EFE, François es el primer agricultor que demanda con éxito a la multinacional estadounidense Monsanto en Francia. Pese al final feliz, el proceso ha sido traumático.

 

Envenenamiento químico

 

Según los registros, Paul fue ingresado de emergencia en el servicio de urgencia de su localidad el 27 de abril de 2004.

 

«No recuerdo nada de lo ocurrido», comentó.

 

Estuvo internado durante cinco semanas hasta que los médicos consideraron que se había recuperado.

 

Sin embargo, el agricultor notó que su cuerpo estaba mandando señales de que algo no marchaba bien.

 

Acusaba dolores de cabeza intensos y repentinos, por momentos se le dificultaba el habla y experimentaba vacíos mentales.

 

En marzo del año siguiente sus hijas lo encontraron inconsciente en la casa.

 

En el hospital se barajaron diversas teorías y por momento se pensó que moriría.

 

Nunca se hizo la asociación con el pesticida.

 

En mayo del 2005 un examen determinó que la causa de sus males se originaba por el monoclorobenceno, que de acuerdo con los reportes de las agencias de noticias AFP y EFE, representa 50% de la composición de Lasso.

 

A la batalla médica por recobrar su salud, le siguió entonces, la batalla legal contra el gigante Monsanto.

 

¿Qué es Lasso?

 

Lasso es un producto de Monsanto basado en alacloro, un herbicida aplicado a la tierra lanzado al mercado desde la década de 1960 para controlar el crecimiento de maleza en los sembradíos de maíz, soya y granos.

 

Luego de múltiples cuestionamientos por su posible efecto sobre la salud, la empresa comenzó a retirarlo de mercados como Canadá, Bélgica y Reino Unido.

 

Un vocero de la empresa comentó que en Estados Unidos se había ido disminuyendo su presencia desde hace varios años, pero por razones comerciales.

 

En Francia terminó siendo prohibido en el 2007.

 

Acusaciones contra Monsanto

 

Con su expediente médico desde el 2004 François comenzó su odisea legal para que constara que sufría una enfermedad profesional originada por el pesticida.

 

Luego de muchos intentos logró que las autoridades certificaran esa condición en el 2010.

 

El siguiente paso fue enfrentar a Monsanto. Su querella tuvo una primera victoria en el 2012, donde logró que un tribunal ordenara que le indemnizaran completamente, debido a las secuelas que padecía por estar expuesto a los vapores de Lasso.

 

En su denuncia, Paul afirmaba que la empresa conocía los peligros de estar en contacto con el producto, y no hizo las advertencias suficientes a los consumidores.

 

La respuesta de la multinacional en ese momento fue que el producto no era peligroso, y que en realidad no existían los daños denunciados por el agricultor. Por lo que la empresa apeló.

 

El siguiente capítulo llegó a etapas decisivas en mayo pasado, cuando el caso fue evaluado en el Tribunal de Apelación de Lyon, el cual confirmó este 10 de septiembre la sentencia que se había producido en el 2012.

 

Frente a este nuevo veredicto, Jean-Daniel Bretzner, abogado de Monsanto, comentó que llevarían el caso a la más alta corte de apelación en Francia.

 

En un comunicado oficial, la empresa resaltó que incluso expertos consultados por la corte no han encontrado vínculos entre la exposición accidental al producto y los daños a la salud de Paul.

 

Bretzner explicó que la compensación para Paul se definirá luego que se defina el caso en la corte de apelación, pero que no cree que sea muy grande.

 

«Hablamos de una suma modesta o incluso inexistente. Ya él recibió indemnizaciones –por las compañías de seguro- y hay una disposición legal que establece que uno no puede compensar dos veces una misma pérdida, si es que la hay», resaltó Bretzner.

 

Reacciones

 

El diario El Observador reprodujo la posición de la asociación Generaciones Futuras, que lucha contra la utilización de pesticidas.

 

«El reconocimiento de la responsabilidad de Monsanto en este caso es esencial», ya que las firmas que venden productos «deben comprender a partir de ahora que no podrán esquivar sus responsabilidades», comentó la asociación.

 

Más allá de este episodio, la sentencia también puede avivar las acusaciones contra otro producto de Monsanto, el Roundup, uno de los pesticidas más venidos en el mundo.

 

En marzo de este año la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, adscrita a la Organización Mundial de la Salud, advirtió que el glifosato –el ingrediente clave de Roundup- era «probablemente cancerígeno para los seres humanos».

 

En junio, Monsanto exigió a la agencia que se retractara y calificó los resultados de la investigación como «basura científica».

 

(Semana.com)

 

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