La Policía colombiana reprimió este jueves con gases lacrimógenos un intento de decenas de migrantes venezolanos de cruzar la frontera desde Ecuador, sobre el Puente de Rumichaca, donde estaban varados por la situación de emergencia nacional debido al COVID-19.
Testigos presenciales dijeron a Efe que los agentes colombianos dispararon gases lacrimógenos contra los migrantes, entre los que se encontraban niños y ancianos varados desde hace días, y que se han registrado entre uno y dos heridos.
Los hechos ocurrieron a eso de las 19.30 locales (00.30 GMT del viernes), cuando decenas de venezolanos que protestaban por el cierre de fronteras, se adelantaron hacia las barreras que había colocado la Policía colombiana y las derribaron.
«El grupo cruzó por la fuerza», aseguraron las fuentes a Efe y «la policía los replegó hacia el lado ecuatoriano con gases lacrimógenos».
«Hay un muchacho venezolano afectado por el gas lacrimógeno», agregaron.
Otras fuentes oficiales cifraron los heridos en «entre uno y dos» pero no pudieron dar detalles sobre el enfrentamiento.
Disturbios en el Puente de Rumichaca
Imágenes difundidas por redes sociales muestran una auténtica batalla campal sobre el mismo Puente de Rumichaca, que conecta el lado ecuatoriano con el colombiano, con grandes cantidades de gases, bengalas de luz y estruendos, aparentemente del disparo de los gases.
El coronel de la Policía colombiana Juan Felipe Montoya explicó desde el lugar de los hechos, a un medio local, que «hace dos tres días, un grupo de migrantes se había apostado del lado ecuatoriano solicitando el ingreso a Colombia, la mayoría de ellos venezolanos, y algunos colombianos».
«Se les manifestó que debían hacer directamente ante sus consulados en Ecuador todas las actividades para que se les permitiera el ingreso de forma oficial al país e igual se les informó que, por orden presidencial, el puente y todas las fronteras de Colombia están cerradas hasta el 30 de mayo», agregó.
Y abundó que «al no tener ningún tipo de solución, empezaron a organizar una zona de camping en el puente del lado ecuatoriano y ya hoy intentaron ingresar a la fuerza para el territorio colombiano, quitando las vallas e intentado agredir a los policías que estaban aquí de servicio».
Por su parte, el jefe del servicio del ECU911 de Ecuador, Juan Zapata, se limitó a confirmar en un mensaje de Twitter que «la Policía de Colombia desalojó a ciudadanos venezolanos que intentaban cruzar el Puente de Rumichaca» y mostraba unas fotografías de los disturbios captadas por «cámaras de videovigilancia» del organismo.
Situación por el COVID-19
Decenas de venezolanos se encontraban allí en los últimos días para tratar de regresar a su país debido a la crisis sanitaria y económica que afecta a la región por la pandemia del coronavirus.
«Aquí estamos todos los venezolanos luchando para poder llegar a nuestro país. Algunos tienen mucho tiempo aquí, 50 o 55 días caminando para poder llegar a la frontera, y no nos quieren dejar pasar», lamentó Andrea Inorseti, una de las venezolanas que estaba atrapada en el cruce internacional.
Madre de tres hijas y con un hermano en silla de ruedas en Venezuela, esta joven salió de Chile caminando hace 60 días y aseguró, con la cara cubierta con una mascarilla azul, que esa realidad es la que las autoridades de los países que atraviesa «no quieren ver».
En unas imágenes facilitadas este jueves por la Prefectura de Carchi, otro joven con el rostro descubierto indicó que llevaba mes y medio caminando desde Perú junto a un grupo de 23 personas.
«Casi logramos el objetivo, no sabemos si vamos a la deriva», advirtió ante el callejón sin salida que encuentra en el penúltimo país antes de poder acceder al suyo.
Poco antes de los disturbios, Guillermo Herrera, prefecto del Carchi, la provincia ecuatoriana fronteriza con Colombia donde se encuentra el paso, advirtió a través de Efe al Gobierno de Lenín Moreno de que era necesario una solución humanitaria.
«Si tenemos un flujo que sobrepase las 300 personas, se va a generar una crisis sanitaria y humanitaria, porque vienen caminando y duermen a la intemperie. Hay que actuar», dijo el prefecto. EFE