La Comisión de la Verdad presenta su Informe Final: una apuesta por el futuro de Colombia

Comisión de la Verdad Colombia

Tras más de tres años de labores, la Comisión de la Verdad, la institución encargada del esclarecimiento del conflicto armado colombiano, entrega su Informe Final. Este martes 28 de junio se desarrollará lo que se ha conocido como el “Acontecimiento”, donde la entidad dará a conocer por primera vez la síntesis y las recomendaciones de sus investigaciones. Según los expertos, se trata de un paso clave hacia la construcción de paz, uno que enfrentará desafíos de primer orden para que pueda contribuir a la no repetición tras un conflicto de más de 50 años y nueve millones de víctimas.

El camino hacia el Informe Final de la Comisión de la Verdad en Colombia ha sido largo. Comenzó con la firma de los Acuerdos de Paz entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las FARC en 2016. El texto acordado por ambas partes estipulaba la creación de la Comisión de la Verdad, una institución encargada “de dilucidar los patrones y la persistencia del conflicto armado y reconocer y dignificar a las víctimas en el país y en el exilio que sufrieron sus consecuencias”.

Un objetivo de grandes dimensiones. La Comisión analizó el conflicto colombiano entre 1958 hasta 2016, en menos de cuatro años. Para ello, el organismo comenzó sus tareas en 2018 y este martes presentará “el producto más importante” de ese proceso “de escucha, esclarecimiento y contrastación”.

Las tareas de la Comisión se enmarcaban en el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, ahora conocido como el Sistema Integral para la Paz. Se trata de un «mecanismo de Justicia transicional para determinar lo que ocurrió en el conflicto armado a través de medidas de Justicia, verdad y búsqueda de personas dadas por desaparecidas”.

El acto de este 28 de junio ha sido catalogado como el “Acontecimiento”, pues será el día en que la Comisión haga público, por primera vez, su “legado”. Uno que no solo contribuya a esclarecer lo ocurrido en más de medio siglo de conflicto, sino que también permita generar un diálogo y una mayor conciencia en la sociedad colombiana que trascienda su divulgación.

Un proceso amplio y plural de escucha

La base de la labor de la Comisión de la Verdad fue la escucha “amplia y plural”. El Informe Final recoge el relato de cerca de 30.000 personas. Todos ellos provenientes de actores diversos del conflicto armado colombiano. Son los testimonios de “víctimas, familiares, testigos, actores armados, terceros civiles, empresarios, integrantes de la Fuerza Pública, políticos, expresidentes, artistas, periodistas, académicos, funcionarios públicos, representantes de organizaciones y, en general, cualquier actor que se acercó a dar su versión de manera voluntaria”.

Según el comisionado Carlos Martín Beristain, el Informe Final “es resultado de un gigantesco proceso de escucha que ha hecho la Comisión de la Verdad en Colombia y en esa ‘Colombia fuera de Colombia’, en el exilio. A través de los testimonios, a través de encuentros por la verdad, de encuentros públicos a las zonas más afectadas del país”.

Al mismo tiempo, se hizo la investigación en profundidad sobre 730 casos y 1.195 informes de hechos de violencia durante el conflicto armado.

Según afirma Angelika Rettberg, directora del Programa de Investigación sobre Conflicto Armado y Construcción de Paz de la Universidad de los Andes, para France 24, “se trató de un proceso muy amplio de escucha, de sectores muy vastos. A la Comisión le gusta resaltar las miles de personas y la cantidad de testimonios que logró acumular”.

La politóloga asegura que “ante un universo de millones de víctimas, que son más de nueve millones de personas, y después de varias décadas de conflicto, es muy probable que algunos no se sientan escuchados; otros sentirán que la versión recogida no los recoge a ellos y el Informe tendrá una etapa en la que deberá conquistar la legitimidad ante muchos sectores”.

¿Qué entrega la Comisión este 28 de junio?

Varios eran los objetivos de la Comisión de la Verdad. Iban desde esclarecer lo ocurrido durante el conflicto armado y ofrecer una explicación amplia hasta promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas, las responsabilidades individuales y colectivas. Además, buscaba promover la “convivencia en los territorios” y “propiciar transformaciones estructurales dirigidas hacia la no repetición del conflicto armado”.

El informe es un paso hacia su cumplimiento. Este estará dividido en 10 capítulos que recogen una visión histórica, territorial y que también indaga de manera especial cómo vivieron todo tipo de violencias las mujeres, la población LGBTIQ+, los pueblos étnicos, los jóvenes, niños y niñas del país.

Además, causa especial interés un capítulo dedicado a los hallazgos y recomendaciones para la no repetición. Estos últimos, según la Comisión, “buscan hacer un llamado a la sociedad, al Estado y a la comunidad internacional para crear condiciones y compromisos que eviten la continuación y la repetición del conflicto armado”.

Tal como lo asegura Luis Eduardo Celis, asesor de la Fundación Paz y Reconciliación, estos interpelarán a gran parte de la sociedad colombiana: «Tengo la convicción de que vienen un conjunto de recomendaciones para el Estado, para la escuela, para los medios de comunicación, para los partidos políticos, para las iglesias. Esto es un esfuerzo enorme».

Óscar Castañeda Lasso, antropólogo y asesor de la Dirección de Conocimiento de la Comisión de la Verdad, resalta que hay que esperar «el protagonismo de las víctimas» y añade que son ellas mismas «las que proponen las recomendaciones para la no repetición, son consejos de personas que ya tuvieron que pasar por el conflicto armado y que experimentaron un sufrimiento muy grande».

Las recomendaciones de la Comisión no son de cumplimiento obligatorio para el Estado. Sin embargo, son una apuesta para que la sociedad colombiana entienda el pasado y se transforme a futuro trabajando en la implementación de lo encontrado por parte de la entidad.

Este punto también es su principal reto. Rettberg asegura que el Informe Final deberá “no ser un documento más en los anaqueles de las verdades históricas que se han escrito en Colombia, que son muchos. Sino lograr tener un impacto en cómo la población colombiana entiende su pasado y qué está dispuesto a hacer para evitar que se repita”.

El primer paso de varios por recorrer hacia la verdad y la reconciliación

A pesar de que la Comisión de la Verdad entrega su Informe Final, sus labores no terminan allí. Los próximos dos meses son decisivos para su divulgación. Así, la entidad asistirá a más de 50 eventos públicos para compartir y promover los hallazgos y recomendaciones en diferentes lugares del territorio colombiano, pero también a nivel internacional.

La comisionada Lucía González asegura que en esos meses irán por “el país y por todos los medios masivos de comunicación y comunitarios y alternativos contando la esencia de lo que hemos encontrado y que el país debe conocer y le sirve para construir esos propósitos de futuro”.

Pero más allá de las próximas semanas, la relevancia y el impacto de las labores de la comisión se verán en un futuro más lejano. Rettberg señala que este Informe Final tiene el riesgo de que “lo reciban personas que ya estén convencidas de que había que tener una Comisión de la Verdad.” Así pues, uno de los retos será interpelar a esas personas que se han planteado como detractoras o incluso aquellos desconocedores de esta entidad.

De la mano con el Informe Final, la Comisión ha creado una plataforma digital que tendrá contenidos de libre acceso en diferentes formatos y lenguajes, además hará digital las acciones análogas que son activaciones académicas, culturales y artísticas.

Por su parte, Celis reconoce que existen dos ámbitos fundamentales para que el informe trascienda su divulgación: “Hay que lograr que este informe y todo lo que nos plantea este informe entre a la escuela en Colombia y entre a las universidades en Colombia, que todos los niños, jóvenes, se formen pensando en lo que ha sido la sociedad colombiana. Y necesitamos que esto entre a la tv colombiana, que de aquí en adelante se hagan documentales, novelas, series y que perdure durante mucho tiempo”.

Ambiente favorable a nivel político tras la victoria de Petro

Debido a la emergencia sanitaria del Covid-19, la Comisión tuvo una ampliación de su periodo de funciones por unos meses más. Varios expertos señalan que llegó en un momento crucial para el futuro de la construcción de paz en Colombia.

Según Rettenberg, “viene en un momento bastante auspicioso, porque llega justo después de la victoria electoral de Gustavo Petro quien ha dicho desde la campaña que va a promover todos los temas vinculados con paz y reconciliación”. Así, el informe llega “en un momento en el que logra tener bastante acogida, más atención y mucho más impacto que si se hubiera publicado más temprano”.

Celis apunta a que su divulgación se enmarca en “una transición democrática. “Estamos dejando un viejo orden autoritario y de exclusión. Y estamos llegando a un orden de mayor democracia, estamos iniciando una transición hacia una democracia de más calidad y hacia un esfuerzo de paz total».

El próximo Gobierno tendrá la tarea de hacer llegar este informe a toda la ciudadanía, analizar y gestionar las recomendaciones para hacerlo trascender más allá de su mandato; el futuro que la Comisión propone con la verdad y las víctimas como médula espinal.