Entre críticas y aplausos, las reacciones mixtas que suscitó el Nobel de Paz

El Nobel de Paz 2022 fue entregado a activista bielorruso Ales Bialiatski, actualmente encarcelado, y las organizaciones ucraniana Center for Civil Liberties y rusa Memorial "por el derecho a criticar al poder" y "denunciar crímenes contra la humanidad"

El Gobierno de Belarús, funcionarios ucranianos y organizaciones leales al Kremlin están entre los opositores al premio que fue otorgado en partes iguales a activistas por los derechos humanos provenientes de Belarús, Ucrania y Rusia.

El Comité del Nobel de Paz decidió otorgar su galardón de 2022 a tres partes: el activista por los derechos humanos bielorruso Ales Bialiatski y a las organizaciones Center for Civil Liberties, de Ucrania, y Memorial, de Rusia. Esto justamente mientras continúa la guerra en Ucrania y el Gobierno bielorruso ha mostrado su claro apoyo al Kremlin.

Fueron muchas las felicitaciones que llegaron de diversas partes del mundo. En un comunicado, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, celebró asegurando que «los grupos de la sociedad civil son el oxígeno de la democracia y catalizadores para la paz, el progreso social y el crecimiento económico. Ayudan a que los gobiernos rindan cuentas y llevan las voces de los vulnerables a las estancias del poder».

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró en su cuenta de Twitter que los premiados son «campeones de los derechos humanos en Europa» y «artífices de la paz» que pueden contar con el apoyo del pueblo galo.

A través de la misma red social, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, le dio la enhorabuena a los ganadores asegurando que «el derecho a decir la verdad a los poderosos es fundamental para las sociedades libres y abiertas».

Por su parte, la opositora bielorrusia Svetlana Tijanovskaya felicitó directamente a su connacional, que actualmente se encuentra encarcelado y aseguró que «quienes reprimieron a Ales y a miles de inocentes pronto quedarán en el pasado, Y héroes como Ales Bialiatski pasarán a la historia».

Los líderes de la Unión Europea también festejaron el galardón. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que es un reconocimiento a la «extraordinaria valentía de las mujeres y los hombres que se oponen a la autocracia».

De igual forma, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, destacó que es un premio que representa «un faro de luz y un símbolo de paz entre naciones» en un momento en que «la paz está en entredicho».

Representantes de los Gobiernos de Ucrania y Belarús criticaron el premio

No todo fueron felicitaciones y aplausos. Mijailo Podolyak, asesor del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, criticó que el galardón fuera concedido a los activistas rusos de Memoria y al bielorruso Bialiatski.

En su cuenta de Twitter, el funcionario señaló que «el Comité del Nobel entiende de forma interesante la palabra ‘paz’ si obtienen el Premio Nobel de forma conjunta representantes de dos países que atacaron a un tercero».

Además, añadió que le parece «increíble» la concesión del premio pues ni las organizaciones de Rusia o Belarús «fueron capaces de organizar una resistencia a la guerra».

De otra parte, el Gobierno bielorruso criticó que el premio sea para Bialiatski. Anatoly Galz, portavoz del Ministerio de Exteriores, aseguró que Alfred Nobel, fundador de los galardones, se habría «revuelto en su tumba» al ver la decisión de este viernes, 7 de octubre.

«En los últimos años, una serie de decisiones fundamentales, y estamos hablando del Premio de la Paz del Comité Nobel, han sido tan politizadas que, lo siento, Alfred Nobel se hubiera hartado de revolcarse en la tumba», tuiteó el funcionario.

A su vez, Valeri Fadeev, presidente del Consejo de Derechos Humanos de Rusia, una entidad que depende del Kremlin, recomendó a Memorial que rechace el premio y aseguró que está «desprestigiado».

Con información de EFE y AP