Los perturbadores detalles de la autopsia de Michael Jackson que salieron a la luz

Luego de 11 años de la muerte del eterno rey del pop, Michel Jackson, salen a luz perturbadores detalles sobre el estado en el que se encontraba su cuerpo antes de morir.

El portal de noticias The Sun reveló que el cantante tenía pastillas parcialmente disueltas en el estómago y sobrevivía con solo una pequeña comida al día. Su cadera, muslos y hombros estaban cubiertos de marcas de pinchazos de las inyecciones de analgésicos que recibía a diario de su médico personal, Conrad Murray, quien fue declarado culpable de homicidio involuntario por administrar incorrectamente la droga que condujo a la muerte del artista.

Sin embargo, lo más inquietante que se descubrió fue que su cabello ondulado, hasta los hombros, era una peluca pegada a su cabeza, ya que era calvo.

El documental Killing Michael Jackson, dirigido y producido por ZigZag, se centra en la muerte del cantante y presenta los testimonios de Orlando Martínez, Dan Myers y Scott Smith, los tres detectives que participaron en la investigación inicial de la muerte del músico. Ellos confirman que Jackson se había hecho un tatuaje en la parte superior de la cabeza para oscurecer la zona y disimular la ausencia de pelo.

The Mirror, reveló que la autopsia también confirmó la verdad detrás de años de especulación sobre el cambio de color de la piel de Jackson. Siempre insistió en que el cambio en su apariencia a lo largo de los años se debía a la condición de la piel vitiligo, que causa parches de pérdida de pigmentación. La autopsia confirmó la enfermedad.

También salió a la luz uno de los más perturbadores hallazgos en el cuerpo del cantante: el deplorable estado de sus pies. Estaban llenos de hongos, callos y lastimaduras.

Según su médico, Conrad Murray, la estrella estaba tan obsesionada con la privacidad que durante años se negó a que nadie le viera los pies, y mucho menos a tratarlos. En su lugar, Jackson desarrolló una adicción a los analgésicos.

“Estaban cubiertos de callos… y tenían una infección fúngica crónica avanzada. Resultó que siempre usaba calcetines porque estaba muy avergonzado del aspecto de sus pies. Le sugerí que necesitaba un podólogo. Un día después de que sus pies fueran tratados, se sorprendió de que pudiera caminar y bailar sin dolor”, aseguró Murray.