El conmovedor testimonio de Anna Vaccarella al intentar cargar a su hija: No pude sostenerla

La periodista Anna Vaccarella, publicó en su cuenta en Instagram un testimonio de lo que es en parte su día a día, luego que le diagnosticaran un Linfoma No Hodgkin.

 

Como se ha hecho habitual, Vaccarella comenta vía redes, su trance por esta enfermedad y el contexto familiar como lo es su relación post diagnóstico con sus pequeñas hijas.

 

“¡Antes de todo esto mis hijas ya superaban los 15 kg! ¡Era casi una proeza para mi cargarlas! ¡Cuanto quisiera volverlo a hacer! Y lo que más me duele. ¡Cuanto quisieran ellas que yo lo haga! Anoche mi Sofi enlazó sus brazos con los míos y con una gran sonrisa me dijo «Mami sí vas a poder anda! No pude…Y sé que mi chiquita, más que la levantara, me pedía que fuera la de siempre, la de antes, la que ella necesita”, es fragmento del texto que escribió en un emotivo texto que tituló  En el hombrillo.

 

A continuación el texto completo publicado en Instagram por la periodista Anna Vaccarella.

 

Es dura esta etapa… Aún no me acostumbro a estar sin cabello… La sensación a ratos es que tengo una cola prensada. Me voy a acostar y un pensamiento flash me dice, sin terminar la idea, que me quite la… No hay nada que quitar…

 

Me meto a la ducha y los primeros segundos esquivo el agua con la cabeza como para no mojarme el cabello…Veo una de mis tantas pinzas y el instinto es agarrarla para recogerme el pelo…Después de cada uno de esos frecuentes eventos respiro y sigo… pero es duro…

 

¡Antes de todo esto mis hijas ya superaban los 15 kg! ¡Era casi una proeza para mi cargarlas! ¡Cuanto quisiera volverlo a hacer! Y lo que más me duele. ¡Cuanto quisieran ellas que yo lo haga! Anoche mi Sofi enlazó sus brazos con los míos y con una gran sonrisa me dijo «Mami sí vas a poder anda” No pude…Y sé que mi chiquita, más que la levantara, me pedía que fuera la de siempre, la de antes, la que ella necesita…

 

En el hombrillo todo se altera…

 

No es tu espacio. No te hayas. Todo es desconocido, ajeno…
Intentas acomodarte lo mejor posible mientras a toda velocidad sigue pasando la vida muy cerca de ti. Ves lo rápido que van algunos, lo ciegos que van otros y entonces ves lo rápido que fuiste y lo ciega que también estuviste…
En el hombrillo a ratos no ves nada…Llega la angustia, la incertidumbre, el frío, el miedo… Las ganas inmensas de llorar profundamente y preguntar a gritos ¿QUÉ PASO?… ¿QUÉ TE PASO?
Pero en el hombrillo también hay ratos de serenidad que hace años no tenías…Mientras esperas, logras entender que debes procurarte un ambiente vivible. ¡Entonces milagrosamente aparecen los colores, los aromas y la luz! Y en ese momento no quieres que se te olvide NUNCA lo que estás viviendo porque logras ser feliz con muy poco. Sin cabello, sin fuerzas, con un diagnóstico importante… Pero viendo colores! ¡Sintiendo brisa fresca! ¡Valorando cada instante!!!
¡En el hombrillo muchas personas vienen a auxiliarte! ¡Cuántas han venido! ¡Cuántas se han preocupado! ¡Cuántas me han acompañado! ¡No creo merecerme TANTO!
¡Creo que al final de cuentas a todos nos ha tocado alguna vez o varias veces estar en un hombrillo!
¡HAZ QUE EL TUYO VALGA LA PENA!

 

 

 

ana-ig-C.jpg

 

 (LaIguana.TV)