El Parlamento Europeo aprobó este jueves el primer conjunto de normas integrales a nivel global para regular y poner orden en el mercado de criptomonedas, en busca de protección a inversionistas y transparencia en las transferencias.
La nueva regulación, denominada MiCA (Mercados en Criptoactivos, en inglés), también se propone garantizar la trazabilidad de las transferencias para detectar mejor las actividades sospechosas, incluido el lavado de dinero.
Hasta ahora, las transferencias de activos virtuales están fuera del alcance de la legislación europea sobre servicios financieros.
Las nuevas normas entrarán en vigor progresivamente a partir de julio de 2024 y los textos deberán ser formalmente aprobados por el Consejo Europeo antes de entrar en vigor.
El legislador ponente de la propuesta, el eurodiputado conservador alemán Stefan Berger, señaló que con esta normativa «la industria europea de criptoactivos dispone de una claridad regulatoria que la que países como Estados Unidos carecen».
Por su parte, el eurodiputado ecologista español Ernest Urtasun, uno de los principales impulsores de la iniciativa en la plenaria legislativa, apuntó que la normativa «marcará el fin de la era el ‘wild west’ en el mundo no regulado de los criptoactivos».
«Durante más de una década, la falta de regulación ha dado como resultado pérdidas masivas para muchos inversores y ha brindado un refugio seguro para los estafadores y redes criminales internacionales», agregó el eurodiputado.
La comisaria europea de Servicios Financieros, le irlandesa Mairead McGuinness, expresó su convicción de la importancia de una regulación en el desarrollo de un ambiente «seguro» para la industria.
«Creemos que un marco regulatorio permite que la industria evolucione en un ambiente más seguro», expresó.
La funcionaria también manifestó su esperanza de que esta regulación pueda convertirse en un modelo para otros países.
Transferencias bajo escrutinio
Por la normativa, los proveedores de servicios de criptoactivos (denominados CASP, en inglés) deberán proteger las billeteras electrónicas de los clientes y serán responsables si se pierden esos activos.
Además, tendrán que divulgar su consumo de energía, como parte de los esfuerzos de la UE para reducir la alta huella de carbono del minado de criptomonedas.
Una segunda regulación, conocida como Transferencia de Fondos, deberá permitir una mayor supervisión de los movimientos de criptoactivos, incluidas las criptomonedas, como ocurre con las finanzas tradicionales.
La UE sostiene que esto dificultará que personas o grupos utilicen criptomonedas para actividades ilegales, como el lavado de dinero.
Esta nueva normativa determina que los proveedores de servicios de criptoactivos deberán registrarse y proporcionar datos precisos sobre su identidad si desean operar en la UE.
Una de las fallas más recientes en el intercambio de criptomonedas se produjo en noviembre, cuando la plataforma FTX y su casa comercial hermana, Alameda Research, se declararon en bancarrota al disolver un negocio virtual que en un momento tuvo un valor de mercado de 32.000 millones de dólares.
McGuinness dijo durante el debate parlamentario que la normativa europea habría regulado las actividades de FTX.
«Creemos que si FTX, por ejemplo, hubiese quedado bajo la jurisdicción de la UE, muchas de sus prácticas no habrían sido permisibles bajo MiCA», aseveró.
Sin embargo, algunos han criticado el proyecto de ley por no ir lo suficientemente lejos, como Elizabeth McCaul, integrante de la Junta de Supervisión del Banco Central Europeo.
«De acuerdo con el principio de proporcionalidad, los CASP significativos deben estar sujetos tanto a requisitos más estrictos como a una supervisión mejorada: MiCA no cubre ninguno de los dos», aseguró McCaul en su blog. AFP