Así avanza el plan de Suiche Nacional a la espera de la salida de Visa y Master Card del país

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En varias oportunidades la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) ha presionado al Consorcio Credicard y al sistema financiero para acelerar el montaje del suiche nacional de transacciones, en previsión de que Visa y Mastercard tengan que salir del país por imperativo de las saciones impuestas por Estados Unidos a varios bancos estatales.

La respuesta a ese requerimiento es el denominado Proyecto «Naiguatá», una red para la banca pública y privada que, en teoría, garantizará el servicio de conciliación electrónica de pagos que ahora corre por los sistemas de las franquicias de tarjetas estadounidenses.

La realidad es que el Proyecto «Naiguatá», el suiche de interconexión de pagos nacional, tiene 55% de avance en su primera etapa, que permitirá la gestión de cancelaciones con tarjetas de débito, por lo que, trabajando a marcha forzada, podría tener lista esta fase en marzo.

Según este documento, fechado el 31 de enero pasado, la fase II, que corresponde a las transacciones con tarjetas de crédito, no se ha iniciado, pero la meta es tener la red montada para el mes de julio, lo que significa un problema serio para los bancos públicos sancionados, Bicentenario y Venezuela, ya que la licencia que permite a las franquicias Visa y Master prestar servicios a estas entidades caduca este 30 de marzo.

La presentación señala que el proceso de conexión a la red se ha cumplido al 100% en los casos de Banesco, la red Platco, Banco Nacional de Crédito (BNC), Tranred, Sofitasa, Mercantil, y BBVA Banco Provincial. Del Sur ha avanzado en 80%, el Banco Venezolano de Crédito en 65% y el Citibank en solo 20%.

Esto significa que, al 31 de enero, la conectividad de la red estaba completada en un 87%.

La fase I está en proceso de pruebas; de hecho, se completó la primera transacción de la red Naiguatá que tuvo al Banco de Venezuela como emisor y a Banesco como adquiriente. Según el calendario de pruebas, la red estará operativa para el próximo 22 de marzo.

Aparte ya está lista la procura de la infraestructura tecnológica de la primera etapa, mientras que el esquema contractual de la red ya habría sido enviado por Consorcio Credicard a la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV), el pasado 3 de febrero, para su análisis.

Señala la presentación que «se realizaron exitosamente las conexiones con las siguientes Operadoras y Bancos Emisores: Nacional de Crédito, Venezuela, Tesoro, Provincial, Banesco, Platco, Tranred y Sofitasa«.

Igualmente se han realizado pruebas de transaccionalidad entre diferentes entidades con diversos casos de revisión, por lo que el Consorcio Credicard advierte en la presentación que «los errores e incidencias, son normales y esperados en este tipo de procesos y están siendo atendidos como corresponde en la medida que se presentan».

– Lo que falta –

Los próximos pasos se reducen a conectar a los bancos que faltan, lo cual es responsabilidad de la ABV, concluir la pruebas que, de acuerdo con el documento, pueden terminar antes de lo previsto, aparte de la instalación del software de transmisión de datos.

Junto con el esquema contractual, el Consorcio Credicard informará próximamente, sin fecha definida, el proceso de entrega de los números de identificación BINES y el mecanismo de compensación. Se ha establecido que el banco compensador será uno de los integrantes de Credicard, pero aparentemente esto no está definido.

La empresa que lleva a cabo el montaje del Suiche Nacional recuerda en una nota al margen que asumió «el compromiso de implementar la Red Naiguatá, mediante un retador plan de trabajo a ejecutar en menos de seis meses, cuando las mejores estimaciones indican que este es un proyecto que por su envergadura, puede tomar como mínimo 18 meses para su desarrollo».

Y finalmente el Consorcio Credicard puso sobre la mesa un problema urticante: por sobre cumplimiento, bancos internacionales han puesto obstáculos para que la empresa realice pagos a proveedores internacionales.

– Los plazos –

Como se recordará, la resolución SIB-DSB-04714, fechada el pasado 16 de mayo, emitida por el Banco Central de Venezuela y la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) instruyó a la banca el desarrollo de esta red doméstica, la cual debía funcionar a partir del 30 de noviembre, para las operaciones de débito, y del 30 de enero de 2020 para los pagos con tarjeta de crédito.

Igualmente, ordenó generar un sistema «soberano» de pagos, a través de la masificación del uso de la identificación biométrica; de hecho, la normativa dio un plazo de 60 días, contados a partir de la «fecha de recepción» de la resolución para que las entidades adopten un sistema de biopago que esté plenamente activo.

Queda claro que estos plazos no se cumplieron. Fuentes financieras señalaron a Banca y Negocios que se han presentado diversos problemas, aunque, en general, se reconoce el trabajo de Consorcio Credicard, porque el proceso se ha llevado a cabo con limitaciones financieras y de personal, debido al éxodo de talento calificado.

– ¿Se van Visa y Master? –

Sobre la eventual salida de Visa y Mastercard, las fuentes insisten en señalar que la red «Naiguatá» puede complementarse con las de estas franquicias estadounidenses, aunque tenga un carácter plenamente autónomo, por lo que la salida del país de estas empresas va a depender de la decisión que, finalmente, tome el gobierno de Estados Unidos.

De hecho, uno de los informantes indicó que gerentes de Visa han manifestado la voluntad de la empresa de permanecer en el mercado nacional, pero debe cumplir cualquier dictamen del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Además, la banca privada venezolana no está sometida a ningún tipo de sanción, por lo que no está sujeta a ningún plazo de rescisión de contratos con Visa y Mastercard.