Salvo que seamos vegetarianos o veganos, casi todo el mundo recurre con frecuencia a las pechugas de pollo para comer en casa. Y en enero parece que mucho más.
Las pechugas son baratas y tienen fama de comida “de dieta”, pero también de sosas y aburridas. Pero hay una forma muy sencilla de cocinarlas para que queden jugosas sin necesidad de multiplicar las calorías.
Ingredientes
(Para 2 unidades)
• 2 Pechuga de pollo
• 1 Lt Agua
• 75 gr de Sal
• 50 ml de Mostaza de Dijon
• 5 ml de jugo de limó
• Pimentón dulce dos cucharaditas
• ½ Cdta de Pimentón picante
• ½ Cdta de Comino molido
• ½ Cdta de Ajo granulado
• 20 ml de Aceite de oliva virgen extra
• Pimienta negra molida
Preparación:
1.- Secar las pechugas de pollo con papel de cocina y retirar posibles excesos de grasa. Llenar un recipiente con el agua, ligeramente tibia, y disolver la sal. Introducir las pechugas procurando que queden totalmente cubiertas, tapar el recipiente y dejar reposar mínimo 30 minutos, mejor dos horas, en la nevera.
2.- Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja o fuente. Sacar el pollo de la salmuera y untar con un chorrito de aceite de oliva por todas partes. Añadir pimienta negra, los dos tipos de pimentón y la mostaza y masajear bien para cubrirlas con esta pasta.
3.- Hornear durante unos 25-30 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Comprobar que estén cocinadas con un termómetro de carnes, si se dispone de él.
Estas pechugas de pollo jugosas al horno se pueden servir recién hechas, tal cual, o esperar a que enfríen para filetearlas y tomarlas en frío en una ensalada o bocadillo. Cualquier guarnición le irán bien, desde el clásico arroz blanco a patatas fritas o asadas, hojas verdes, verduras o lo que nos apetezca, reseña Informe21