El multillonario Elon Musk ha hecho una predicción audaz: los nuevos modelos de inteligencia artificial (IA) superarán a la humana tan pronto como el año que viene. Por supuesto, siempre y cuando la demanda de energía y el hardware lo permita.
«Mi conjetura es que tendremos una IA más inteligente que cualquier humano, probablemente hacia finales del año que viene», dijo el multimillonario empresario, que dirige Tesla, X y SpaceX.
En los próximos cinco años, las capacidades de la IA probablemente superarán a las de todos los humanos, predijo Musk el lunes durante una entrevista en X con Nicolai Tangen, director ejecutivo de Norges Bank Investment Management citado por el Financial Times.
Esta predicción se produce en un contexto de rápido desarrollo de la IA, con avances en áreas como el machine learning y el procesamiento del lenguaje natural.
Se adelanta a los calendarios
La predicción de este lunes supone un fuerte giro respecto a una afirmación anterior del multimillonario, según la cual la IA superinteligente se alcanzaría en 2029.
Sin embargo, esta predicción se hizo con una advertencia: el aumento de la demanda de energía y la escasez de los chips de IA más potentes podrían limitar su capacidad a corto plazo.
Asimismo, las predicciones del empresario suelen ser muy optimistas, como bien expone The Guardian. Para recordar un poco: en 2016, Musk predecía erróneamente que en dos años sería posible que un Tesla condujera de forma autónoma de Nueva York a Los Ángeles.
Ese mismo año también dijo que su empresa de cohetes SpaceX volaría a Marte en 2018 —aún no lo ha hecho—. Y en 2017, Musk sugirió que el primer producto de su startup de chips cerebrales Neuralink estaría en el mercado «en unos cuatro años». El primer humano recibió un implante de la compañía siete años después.
Una serie de avances en los últimos 18 meses, como el lanzamiento de herramientas de generación de vídeo y chatbots más capaces, han hecho avanzar la frontera de la IA más rápido de lo esperado.
Ahora bien, el ritmo de desarrollo se ha visto frenado por los cuellos de botella de los microchips, sobre todo los fabricados por Nvidia, que son esenciales para entrenar y ejecutar modelos de IA.
Según Musk, estas limitaciones ya están disminuyendo, pero los nuevos modelos están poniendo a prueba otros equipos de centros de datos y la red eléctrica.
«El año pasado hubo restricciones de chips… la gente no podía conseguir suficientes chips Nvidia. Este año se está pasando a un suministro por transformador de tensión. En uno o dos años, [la limitación será] solo el suministro eléctrico», afirmó.
¿Deberíamos estar preocupados?
El afán de Musk por unirse a la carrera de la IA va en contra de su posición de alto perfil que adoptó en 2023 pidiendo una pausa en el desarrollo de la IA avanzada.
En aquel momento, justo cuando Musk lanzaba su empresa de IA, xAI, alertaba de los «profundos riesgos para la sociedad y la humanidad» que planteaban las herramientas de IA superpotentes y pedía una pausa inmediata en el entrenamiento de cualquier sistema más potente que el GPT-4 de OpenAI.
«En realidad, es importante que nos preocupemos por un futuro Terminator para evitar un futuro Terminator», explicaba Musk, en referencia a la película en la que un sistema informático autoconsciente declara la guerra a la humanidad.
Un año después, la empresa xAI sigue firme en su intento por liderar el desarrollo de la superinteligencia. En una entrevista reciente, Musk afirmó que la última versión de su chatbot Grok AI estaba a la altura de GPT-4, el modelo líder de OpenAI.
GPT-4 tiene más de un año y sus competidores ya han alcanzado o superado sus capacidades, siendo Claude 3 Opus, de Anthropic, considerado como el nuevo líder del mercado.
Musk ha estado dedicando más tiempo y recursos a su empresa de IA en el último año. En la actualidad está intentando recaudar miles de millones de dólares de inversores de EE. UU., Medio Oriente y Hong Kong para competir con OpenAI, en una ronda de financiación que valoraría la empresa en 18.000 millones de dólares, según personas conocedoras del proceso.
La figura de Musk ha desempeñado un papel central, y a menudo controvertido, en el desarrollo de nuevas herramientas de IA en la última década, especialmente desde que en 2015 se convirtiera en uno de los cofundadores de OpenAI, empresa que dejaría en 2018 y que curiosamente hoy quiere superar.