Vecinos del barrito José Félix Ribas de Petare, en el estado Miranda, cacerolearon este lunes 4 de mayo en horas de la noche para manifestar su apoyo a la banda criminal de Wilexis Alexander Acevedo Monasterios.
Esta organización se ha enfrentado durante seis días consecutivos, con armas de alto calibre, con la banda del Gusano. Se disputan el control de la zona, que está actualmente bajo el dominio de Wilexis.
Román Camacho, periodista especializado en la fuente de Sucesos, informó en Twitter sobre la situación. Compartió una cadena que habrían estado difundiendo los habitantes de la zona.
“Gritemos Wilexis, amigo, Petare está contigo. Apoyemos al pana para poder seguir viviendo con seguridad y paz. Luego no habrá arrepentimiento”, decía el texto.
#4May 8:10pm | así se escucha José Félix Ribas de Petare, ante ya varios días de disparos con armas de alto calibre. pic.twitter.com/DisltERLvS
— Jesús Daniel ⚖️ (@JesusDChavez) May 5, 2020
"El Wilexis" por el control de la zona.
— Roman Camacho (@RCamachoVzla) May 5, 2020
Estarían pasando ese mensaje por grupos de las zonas pic.twitter.com/mybZcHzSM5
— Roman Camacho (@RCamachoVzla) May 5, 2020
A esta hora vecinos de José Félix Ribas en #Petare, tocan cacerolazo en apoyo a la banda del Wilexis y gritan con euforia "Wilexis" estamos contigo.
— IG @yoiberoficial (@Yoiberpereira) May 5, 2020
La megabanda de Wilexis que se impone en Petare
A medida que pasan los años la violencia va ganando terreno en cada punto de Caracas, manifestándose como un listado rojo y un vaivén de sucesos sin terminar, en algunos lados más frecuentes que en otros, donde el reinado de la delincuencia se acentúa sin restricciones.
Un imperio delictivo que se apoderó con el tiempo del barrio más grande de América Latina, Petare. Entre sus habitantes se han escuchado un sinfín de bandas criminales, pero actualmente una de ellas se mantiene punzante y no es otra que la megabanda “Wilexis”.
Este 10 de junio los residentes del barrio José Félix Ribas de Petare protagonizaron una protesta en las inmediaciones de la recta de Palo Verde. Más de 60 vecinos se situaron en este punto con la consigna: «la FAES nos roba, el hampa nos cuida», para rechazar los operativos de la Fuerza de Acciones Especiales de la PNB en ese sector, sin embargo, existía otra versión que detallaba que el líder de la megabanda “Wilexis” había presuntamente ordenado a los vecinos para que protestaran contra este cuerpo de seguridad y que habría amenazado de muerte al que se opusiera.
Un día antes difundieron un texto que detallaba que en el barrio José Félix Ribas iban a imponer una especie de «toque de queda» en el que no se registrarían ni actividades escolares ni comerciales para desarrollar esta protesta. «Los vecinos que fueron a la protesta fueron enviados por la banda de Wilexis, nadie fue voluntariamente, a algunos los amenazaron para que fueran, en José Félix Ribas hubo restricción de salir y entrar a la zona, no hubo clases», contó a El Cooperante una fuente de un cuerpo de seguridad de Petare, quien prefirió no identificarse.
Por su parte, los vecinos aseveraron que el motivo de la protesta fue por las acciones de la FAES en el sector y que no fueron amenazados para asistir. “Los que estábamos en la protesta no fuimos ni obligados ni con miedos, incluso nosotros descubrimos a dos civiles, que no eran de la zona, que estaban infiltrados en la manifestación tomándonos fotos”, declaró un vecino, quien prefirió mantenerse en el anonimato.
¿Quién es «Wilexis”?
Wilexis Alexander Acevedo Monasterios, alias «el Wilexis» desde aproximadamente 2014 comenzó a ser nombrado con frecuencia entre los pobladores de Petare por sus actividades ilícitas.
Al establecerse, de forma extraoficial, varios sectores de Petare como “Zonas de Paz” se afianzó aún más en el mundo delictivo, convirtiéndose en el líder de una megabanda. “Las Zonas de Paz le dieron poder, comenzó a mover gente con armas y se moviliza como si fuera el rey de todos”, relató el informante del cuerpo de seguridad.
Y es que este delincuente encabeza el listado de los más buscados por la policía municipal, estadal, por la PNB y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
El pasado 18 de marzo la megabanda de «el Wilexis» salió a relucir luego de que se registrara un enfrentamiento entre funcionarios de la policía municipal de Sucre (Polisucre) y miembros de esta organización criminal.
Durante el hecho resultaron heridos los funcionarios Miller Soler y Arnold Padilla, por lo que fueron trasladados a centros de salud.
Momentos después, el mismo grupo armado se trasladó al barrio 5 de Julio de Petare, de donde se llevaron secuestrado a un funcionario de la PNB identificado como José Zárate.
Zárate fue trasladado hasta la zona 8 del barrio José Félix Ribas y luego lo liberaron por desarrollarse un despliegue de la PNB, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). El funcionario de Polisucre Miller Soler falleció en el hospital Dr. Domingo Luciani de El Llanito la madrugada del 19 de marzo. En cuanto a su colega, sobrevivió al suceso.
La megabanda de «el Wilexis» también protagonizó el tiroteo que se registró la noche del 23 de enero de este año. Los miembros de esta organización criminal se enfrentaron con efectivos de la GNB y lanzaron dos granadas, estallando una de ellas, en la entrada del barrio José Félix Ribas.
El dominio de «el Wilexis»
Más de 200 delincuentes forman parte de la megabanda de «el Wilexis». Sus integrantes van desde los 13 a los 28 años.
Estos criminales cuentan con armas de guerra como AR-15, que es un fusil de asalto, que tiene cargadores de 20 y 25 cartuchos, o también con cargador de tambor, el FN FAL (fusil automático liviano), que es un fusil de combate, calibre 7,62 mm con disparo automático de fuego selectivo, la Mini Uzi (subfusil automático), Remington 870 Express (escopeta), que la usan con bala rasa para un mayor alcance de entre 150 a 200 metros, granadas, entre otros.
Esta organización criminal impone su dominio en más de 20 sectores de Petare, principalmente desde la zona 1 a la 10 del barrio José Félix Ribas, también en cinco puntos de Maca, en cinco sectores del barrio Unión, tres en La Bombilla y dos en 19 de abril.
Desde el sector seis hasta el 10 del barrio José Félix Ribas son conocidos como “Zonas de Paz”, a los que ningún policía puede ingresar. “En estas zonas se mueve como si fuera el rey de todos, ningún policía puede entrar, él tiene células en casi todo el barrio de Petare, se maneja como el dueño de Petare, tiene como enfrentar a la policía, tiene calibre, tiene gente”, reveló la fuente.
El principal delito que ejecuta esta megabanda es el sicariato, así como el tráfico de drogas, extorsiones, entre otros.
«Se sienten protegidos»
«Wilexis compra juguetes, ayuda a algunos vecinos, los que se sienten protegidos por él amanecen en las calles, sin pasarles nada, él hace como una obra social, por lo que los vecinos dicen sentirse protegidos por su banda», contó otro funcionario de Petare, quien prefirió mantenerse en el anonimato.
Otro escenario que se manifiesta es que algunos niños de la zona ven a “el Wilexis” como una figura a seguir. “La gente lo ve como un ídolo, al igual que los chamos, es una contaminación grande, porque dicen que quieren ser como él”, señaló el funcionario.
“El que es de otro lugar y roba en esta zona le llega la justicia de los malandros, existe la empatía entre el delincuente y la sociedad civil de la zona por la situación de vulnerabilidad, no hay derechos, ellos ponen un poquito de orden en su zona, aunque no lo apruebo lo entiendo”, dijo el vecino, que no quiso identificarse.
Ante ello el criminólogo Luis Izquiel consideró que esta situación ha llevado a la “deslegitimación del accionar de los cuerpos de seguridad, ellos actúan al margen de la ley en estos sectores populares, ante la ausencia de la policía que ahora ha sido cumplida por estos delincuentes. En parte de esos barrios caraqueños se ha naturalizado al pran, ellos toman las decisiones y existe una anarquía social, el pran es la autoridad máxima, donde prefieren a los delincuentes, que a la policía, eso significa un aislamiento, un Estado fallido, donde las reglas las imponen a sangre y fuego”.