Los hallazgos de un desmembrado que estremeció a Caracas

Un grito desaforado se desató ese lunes 8 de enero en la avenida Fuerzas Armadas con Panteón, frente a la tienda de ropa Wrangler.

Reseña e investigación de El Cooperante

Eran las 8:00 de la mañana cuando un hombre con camisa y pantalón desgastados, que expedía un olor desagradable, pegaba gritos, como si hubiese visto un fantasma. Le decía alterado a los vecinos que en el container de basura que hurgaba, buscando con que alimentarse, habían restos de un cadáver.

Los vecinos se extrañaron de la situación y varios se acercaron a verificar lo que decía aquel hombre, pensaron que era parte de su locura por haber inhalado alguna droga o por hambre.

En medio de la basura, insectos y la putrefacción avistaron lo que parecía la parte de un cadáver.Enseguida, llamaron al cuadrante que tenían más cercano, el de la Guardia Nacional (GN).

Ya eran las 8:30 de la mañana cuando un grupo de la GN, adscritos a la parroquia San José, llegaron al lugar del hallazgo. Los efectivos comenzaron a acordonar la zona para evitar que fuera contaminado el sitio, y recibieron apoyo de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

Los curiosos se hicieron presente en aquel lugar, aquellos que pasaban en la camionetas por puesto, se asomaban para conocer que había pasado y los transeúntes alzaban su mirada al container de basura para lograr divisar lo que resguardaban. Desde las ventanas de los edificios cercanos también habían personas interesadas en detallar lo que acontecía.

La parte de un cuerpo

Los pesquisas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) acudieron al sitio alrededor de las 9:30 de la mañana. Aproximadamente, cinco funcionarios rodearon el container tratando de divisar lo que había en su interior. Usando guantes retiraban los escombros que estaban encima y alrededor de lo hallado, logrando verificar que se trataba de la parte inferior de un cadáver, de cadera a rodillas.

Luego de momentos, se llevaron los restos del cadáver para analizarlos y realizaron una investigación en los containers de basura cercanos, para dar con la parte superior del cadáver.

En un basurero  

Eran las 07:30 de la noche de ese mismo día cuando funcionarios del Cicpc recibieron la llamada de un empleado del botadero de basura de Supra Caracas, que se encuentra ubicado en Las Mayas, para informarles sobre el hallazgo de los restos de un cadáver.

Los pesquisas del Cicpc acudieron al lugar y se percataron que era la parte superior de un cadáver, que correspondía a los restos hallados en la avenida Fuerzas Armadas con Panteón. De inmediato trasladaron lo encontrado hasta la morgue de Bello Monte para realizarle la autopsia y así ser identificado.

Una extraña desaparición 

Jonny Javier Hernández Flores, de 35 años, el pasado sábado 6 de enero se levantó bien temprano y se preparó un desayuno en su vivienda, situada en el sector La Laguna de Los Magallanes de Catia, en la parroquia Sucre del municipio Libertador de Caracas. En ese lugar residía con su hermana y los hijos adolescentes de ella. Después Flores salió de su residencia para comprar comida y efectuar otras diligencias.

Ya en horas de la noche, su hermana comenzó a llamarlo, al notar que no había retornado al hogar, pero no logró comunicarse con él. Pensó que lo habían detenido, por eso asistió a los comandos cercanos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), de PoliCaracas, de la Guardia Nacional (GN), sin embargo no logró dar con su paradero. También llegó a ir hasta el Hospital Dr. Domingo Luciani de El LLanito, al Dr. Miguel Pérez Carreño y a las morgues de Bello Monte, del Hospital de Coche y la del Ana Francisca Pérez de León, pero no había rastros de él.

La búsqueda continúo, debido a que le parecía extraño a la hermana de Jhonny que él desapareciera de esa manera porque, según ella, no tenía vicios y siempre la mantenía informada sobre los pasos que daba. El martes  9 de enero fue citada a la morgue de Bello Monte para identificar un cadáver que fue desmembrado, tratándose de su familiar desaparecido. En ese momento rompió en llanto y no podía entender que le había ocurrido, debido a que ella manifestó que la víctima era un hombre “muy hogareño, responsable, serio y estudioso”.

Comentó que la víctima tenía tres años laborando en una empresa de elevadores, situada en La California, pero su sueño era ejercer su carrera de administración de Desastres, luego de que se graduó de la Unefa. Asimismo, dio a conocer que  Jonny Javier estaba haciendo un curso de Contaduría en un Centro Contable, situado en Capitolio.

La víctima no presentó heridas por arma de fuego, como se había ventilado en un principio, sino que el informe forense arrojó una fractura de cráneo realizada con un objeto contundente. Además de que le hicieron un corte en su cintura desmembrándolo. La hermana de la víctima recalcó que no le cortaron parte de los dedos. “Sus dedos estaban intactos”, dijo.

“Él era un ejemplo a seguir, muy responsable y trabajador, podía estar enfermo, pero aún así asistía a su trabajo, exijo que se haga justicia”, manifestó la hermana de la víctima, quien prefirió no desvelar su nombre. Cuando se le preguntó por los motivos del asesinato, evitó hablar del tema y dijo que las investigaciones se están realizando.

(noticiasaldiayalahora.co)