Eufóricamente las autoridades hicieron pública la captura de César Andrés Morales Rojas, quien sería el presunto responsable de asesinar en el interior de un motel de Colombia a una joven venezolana. El hombre la asfixió con un cordón de sus zapatos, además de ser uno de sus fetiches, el apasionamiento por las trabajadoras sexuales. Aquí detalles exclusivos de la captura.
Por: La Nación
César Andrés Morales Rojas, fue detenido en el municipio de Flandes-Tolima, hasta donde llegaron funcionarios del CTI, miembros del Ejército y Policía, para hacer efectiva la orden de captura en su contra por el delito de feminicidio.
El hombre se encontraba en la vivienda de su expareja sentimental, visitando a sus hijos, luego de hacer varios recorridos tratando de evadir a las autoridades y borrar rastro de su paradero.
De acuerdo con detalles exclusivos que conoció LA NACIÓN, posterior al crimen el pasado mes de noviembre, el hombre oriundo de la Victoria, zona rural de Villavieja, llegó hasta la casa de sus padres tratando de esconderse, pero ante el anuncio de una recompensa por su paradero decidió escapar con un rumbo aún más lejano.
Días después llegó a Villavicencio, donde consiguió trabajo como vigilante, allí permaneció varias semanas, hasta que decidió ir a visitar a sus hijos a Flandes-Tolima, tratando de despistar a las autoridades, que, desde el primer día de su búsqueda, le tenían interceptado el teléfono y literalmente ‘le respiraban en la nuca’.
Una vez librada la orden de captura, las autoridades desplegaron un limpio operativo y en plena vía pública del citado municipio, fue detenido.
Este sujeto de acuerdo al perfilamiento de los investigadores, es un apasionado por los encuentros sexuales con mujeres dedicadas a este oficio, según fuentes oficiales, uno de sus fetiches es frecuentar sitios de entretenimiento nocturno, además de tener una investigación en curso por el delito de injuria al haber manoseado en vía pública a una mujer.
El crimen
La necesidad la hizo tocar fondo y adentrarse en un mundo desconocido, pero del cual podía sobrevivir y coadyuvar a los suyos. Los sueños de Ana Rosa Rojas Pinto de 25 años de edad, se vieron violentamente interrumpidos, por un hombre que sin piedad alguna y por circunstancias aún desconocidas, la asesinó mientras sostenían un encuentro sexual.
La joven fue hallada sin vida sobre una cama, envuelta en una sábana, boca abajo y con algunas leves lesiones en el cuello; pese a que inicialmente las autoridades no determinaron que su muerte obedecería a un crimen, horas más tarde se conocieron detalles del penoso deceso de la joven venezolana.
Ana, de ojos fileños y cabellera larga, salió de ‘Pereiranas’, un sitio de entretenimiento nocturno donde laboraba desde hace aproximadamente cinco meses, en compañía de un hombre que noches anteriores había conocido. La bella venezolana había terminado su jornada de trabajo y como un ingreso extra había decidido ir en compañía de este misterioso hombre, a sostener un encuentro íntimo en otro lugar.
La pareja se ve salir del establecimiento en una motocicleta color rojo de propiedad del hoy homicida, Ana, se despide de sus amigas, con un gesto en el rostro les indica que todo va a estar bien y se marcha. A las 4:11 de la mañana, llegan hasta el Motel Las Palmas, ubicado en la carrera Primera con calle 21, en el barrio San Vicente de Paúl, donde solicitan una habitación con aire acondicionado (…) 40 minutos después, es decir a las 4:59 el hombre pidió una cerveza, preservativos y el control del aire, tres horas después exactamente a las 7:27 de la mañana, en la cámara de seguridad del motel se observa salir al indiciado, pero sin su acompañante.
¿Qué pasó?
A las 3:15 de la tarde la persona encargada del aseo del lugar abrió la puerta y cuando se disponía a realizar las labores propias de su oficio, encontró en la cama, boca abajo y con el cuerpo medio cubierto con una sábana a la mujer.
Ana, había sido ahorcada con el cordón del zapato izquierdo de su victimario.
Extrañamente el asesino logró salir solo del motel sin que nadie de la administración se percatara, mientras su acompañante había quedado sin vida en el lugar.
Sin hipótesis
Pese a la materialización de la captura y una vez en poder de las autoridades, lo que aún no ha sido establecido son las hipótesis que llevaron a este violento acto, el hombre no ha entregado mayores detalles y se desconocen las causas que tuvo para quitarle la vida a la venezolana.
“Se está investigando si tienen un tinte pasional, o por el contrario podría tratarse de un fetiche del hombre y que en medio del encuentro la joven murió. Todo es incierto porque no tenemos certeza de nada”, agregó una fuente oficial.
Pese al anuncio del pago de la recompensa, la captura no se dio gracias a esto, pues todo fue trabajo de los investigadores, recolección de evidencias, interceptaciones, reconocimiento fotográfico y de videos.
Una vez legalizada la captura, el implicado fue asegura con medida intramuros.
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