Lo matan al cambiar unos billetes de 100 bolívares

Diego armando pérez romero (23) entró a una carnicería, en cabimas, para comprar carne y cambiar la moneda. Los homicidas intentaron despojar al hermano de la víctima de su moto, pero no pudieron porque él aceleró para evitar el robo

Jolitze Isea García /La Verdad

Diego Armando Pérez Romero, de 23 años, se desplazaba en una moto con su hermano a través de la calle Santa Eduviges, del Barrio Unión, de la urbanización Nuevas Cabimas, cuando un par de ladrones lo interceptó para robar la moto en la que iba y todo el dinero que llevaba con él.

Los familiares, quienes prefirieron resguardar, señalaron que, al parecer, acababa de cobrar la quincena en billetes de 100 bolívares y decidió comprar carne para no cambiarlos en el banco. «No pudo ni comprar la carne porque no le aceptaron los billetes y de paso lo mataron».

El hermano sobreviviente contó a la Policía que el pasado jueves, a las 6.40 de la tarde, su pariente y él acababan de salir de la carnicería, con destino a su vivienda, cuando los tripulantes de un carro verde los interceptaron y les ordenaron que se orillaran. “Yo me negué”, dijo el familiar a los funcionarios. Añadió que tras la orden de los delincuentes decidió acelerar la motocicleta para huir.

El malhechor que iba en el lado de copiloto repitió la orden y sacó un revólver. Al ver que sus víctimas intentaban huir a toda marcha, disparó en múltiples oportunidades. Las balas alcanzaron en la espalda a Romero, quien cayó de la unidad y dio varias vueltas sobre el pavimento.

Carrera

El gatillero bajó e intentó acercarse al cuerpo de Romero. El hermano del tiroteado hizo lo mismo para llevarlo a un centro asistencial. El homicida regresó al carro y huyó a toda velocidad. Para cuando el allegado alcanzó el cuerpo del baleado este agonizaba. Lo tomó y en la moto lo trasladó al Hospital General de Cabimas.

Los doctores lograron estabilizar su condición, pero a las 2.00 de la madrugada, de ayer, el hombre murió a causa de un paro cardiorrespiratorio sobrevenido por las heridas que recibió en la cabeza y la espalda.

Sus familiares pidieron a las autoridades policiales que ubiquen a los homicidas para que se haga justicia. «Él era un buen muchacho. Trabajador y buen padre». Los detectives de la Policía científica, Subdelegación Cabimas, iniciaron las investigaciones pertinentes al caso, lo manejan como resistencia al robo.