Las nuevas tácticas de los delincuentes en Venezuela en plena cuarentena

En cuarentena baja índice delictivo y surgen nuevas tácticas delictuales en Venezuela.

En Venezuela están ocurriendo cosas. Por todas partes ejecutan planes de seguridad a corto, mediano y largo plazo; sin embargo, en los últimos días los delincuentes están sorprendiendo a la policía y a la ciudadanía con las nuevas tácticas que están empleando para apoderarse de lo ajeno en tiempo de cuarentena social por coronavirus. Esto está sucediendo en el mundo, en Venezuela y en Carabobo la situación no es distinta.

Una mirada objetiva, ajena a la diatriba política, nos permite comprobar que en Carabobo las autoridades están haciendo un esfuerzo por desarticular grupos delictivos que con sus ataques mantienen en zozobra constante a los residentes y comerciantes en los catorce municipios que conforman esta entidad; sin embargo, el nuevo modus operandi de estos malhechores hace que se diluya el esfuerzo.

Por el Covid-19, el número de fallecidos en el mundo es alarmante; pero, también por ese virus las cifras de homicidios, robo y hurto han bajado significativamente en muchos países donde la violencia los ubicaba en los primeros lugares de las estadísticas.  Como es el caso de Brasil, México y Colombia, entre otros.

Un reportaje en el New York Times, indica que los gobiernos en todo el planeta han impuesto restricciones de viaje, toques de queda y cuarentenas para ayudar a controlar la propagación del virus. En el proceso, sin saberlo, han contribuido a la disminución de la criminalidad y la violencia, al menos por el momento.

Esta tendencia ha sido particularmente notoria en América Latina, la región del mundo que —sin tomar en cuenta las zonas de guerra— tiene los índices más altos de homicidios, precisa el reporte del New York Times.

En cuarentena baja índice delictivo

La cuarentena social por el Covid-19 ha disminuido la criminalidad en las calles del mundo, y en Venezuela la situación no es distinta, debido a que hay menos personas en los espacios públicos por la suspensión de actividades comerciales y académicas; además por los decretos nacionales, regionales y municipales ordenados luego del anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la pandemia por el virus fatal. Con casi todo cerrado, para las autoridades es más fácil vigilar.

En Venezuela, los casos de homicidios y secuestros; así como atracos a mano armada han disminuido en las últimas semanas, pero también es cierto que ahora las autoridades han sido alertadas sobre nuevas tácticas delictivas.

En vista de que el coronavirus alejó a la gente de las calles y de sus lugares de trabajo y de recreación, los delincuentes se han ingeniado nuevas estrategias para atacar, utilizando las mismas campañas que ha implementado el Gobierno para atender a los sospechosos de coronavirus en sus casas y así evitar que ellos se trasladen a los centros de salud.

A través de fuentes policiales, conocimos que han recibido denuncias de conjuntos residenciales en la Gran Valencia, donde al parecer están llegando grupos de tres y cuatro personas haciéndose pasar por médicos, autoridades de Salud y funcionarios policiales  para ingresar a los inmuebles.

Los delincuentes, llegan con la excusa de que deben entrar para evaluar un caso reportado por un vecino con sospecha de Covid-19, táctica que emplean para que  los dejen entrar. Tal y como ocurrió el pasado jueves en el conjunto residencial Bayona Suite II, ubicado en el municipio Naguanagua.

En cuarentena baja índice delictivo

A las puertas de ese edificio, llegó un grupo que aseguraba estar conformado por funcionarios de Policarabobo, de las FAES y de Insalud. Estas personas hicieron todo lo posible para que les permitieran el ingreso; sin embargo, la astucia de un residente del lugar les tumbó su cuartada. El vecino, les dijo que para darle acceso deberían dar el nombre de la persona que buscaban y el número de apartamento.

Tras la solicitud que les hizo el amable vecino, entre esas personas surgieron varias contradicciones que levantaron sospechas en el habitante del edificio, quien los invitó a que esperaran un momento mientras buscaba el listado, tiempo que aprovechó para llamar a la policía.

La falsa comisión de Salud, al percatarse de que el habitante del conjunto residencial estaba verificando la información con la policía, de inmediato abandonó el sitio. Minutos después llegó una comisión policial al edificio pero ya estas personas no estaban por la zona.

Ante este nuevo modus operandi, las autoridades de la región insisten en alertar a la ciudadanía para que antes de abrir las puertas de las residencias, primero verifiquen con la policía o Insalud si ordenaron alguna visita domiciliaria en el lugar. Estemos atentos y evitemos caer en manos de la delincuencia organizada.

El director del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), sociólogo Roberto Briceño León aseguró que en el país no existen protocolos especiales de seguridad; sin embargo, asegura que los mayores protocoles de seguridad en épocas de confinamiento están dados en las familias y en los vecindarios.

Es importante, que las personas que viven en edificios fortalezcan acuerdos con sus juntas de condominios para generar mecanismos de notificación, en el caso de que entre al conjunto residencial una persona sospechosa o que ocurra una situación irregular.

El hecho de que ha bajado el índice delictivo en el país, no quiere decir que se vaya a mantener así. “Lo que uno puede notar durante  este periodo de la cuarentena es que la violencia por parte de los delincuentes ha disminuido”.

Aunque no hay posibilidades de que aumente el índice delictivo en la cuarentena a la que están sometidos los 23 estados del país y el Distrito Capital, hay delitos que pudieran incrementar como el robo de comida, saqueo y el hurto. Además el aislamiento social puede aumentar la violencia familiar, por los conflictos del confinamiento.

Para el sociólogo, “deberían disminuir los delitos como secuestro”, ya que en una situación de esta naturaleza donde hay cuarentena y poca gente en la calle intentar un secuestro es demasiado riesgoso para los grupos delincuenciales. Sin embargo, el experto opina que es posible que haya una mayor eficacia por parte de los cuerpos de seguridad del Estado porque la gente está inmovilizada en sus casas.

Por su parte, el abogado y profesor universitario Pablo Aure, explicó que en tiempo de cuarentena, como todo esto es atípico emergerán otras modalidades de delito. “Cierto que ha disminuido por la situación, pero el delito jamás desaparecerá. Probablemente los robos a mano armada disminuirán pero la estafa quizá aumente. Hurto famélicos seguro se multiplicarán»; sin embargo, precisó “esperaremos para estudiar el fenómeno social”.

Consultamos también sobre el tema al abogado y cónsul de Venezuela en España, Martín Pacheco, quien citó el artículo 232 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, para explicar las razones por las cuales baja el índice delictivo. Dijo que en el artículo, entre otras cosas, explica que el estado de excepción de alarma, es para que el Gobierno Central pueda tener el control como única autoridad de los organismos de seguridad. Es decir, las autoridades son  las únicas que tienen plena capacidad de ocupar todas las calles. Por eso los delincuentes salen menos aunque eso no quiere decir que no actúen, sino que lo hacen en menor proporción. Entre menos personas en las calles, menos transporte y menos comercios abiertos, habrá menos oportunidades para delinquir.

Es por estas razones, asegura Pacheco, que en cuarentena ha bajado entre un 60 y 80% en índice delictivo. Y además resalta que las sanciones para quien incumpla la ley son muy severas por lo que se justifica que haya bajado el índice delictivo. Para el cónsul Pacheco, cuando termine la cuarentena no va a ver una arremetida de la delincuencia, porque la gente va a tener mayor capacidad de entendimiento y por supuesto sobre esa base se estima que va a ver una recapacitación del venezolano en aplicar una serie de principios morales, éticos y de entendimiento que, además, son necesarios en estos tiempos.