Las funestas razones de una juez para dar casa por cárcel al homicida del taxista de El Hatillo

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La jueza 48 de Control Diana Marcano Lira es investigada por presuntas irregularidades cometidas durante un proceso judicial donde le otorgó un arresto domiciliario al presunto homicida de un taxista, y que luego de recibirlo el detenido escapó.

Según fuentes internas del Tribunal, desde la presidencia del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas se inició una averiguación en contra de la abogada, Quién ni siquiera informó ante este organismo la medida cautelar que había tomado.

Entre las supuestas irregularidades cometidas también figura que no se realizó una audiencia con el médico forense que aseguró que el imputado Manuel Enrique Urdaneta Pino, a sus 30 años, sufría de hipertensión y por esta razón era meritorio que recibiera una medida de casa por cárcel.

Urdaneta Pino era señalado por homicidio calificado por motivos fútiles,al ser el principal sospechoso del crimen contra el taxista César Ibarra, cometido el pasado 26  de febrero en el sector Unión del municipio El Hatillo del estado Miranda.

Varios especilistas en Derecho Penal aseguraron que una hipertensión no es una razón sustentable para otorgarle un arresto domiciliario a un imputado por homicidio. Sin embargo, el 20 de abril, la juez le dio a Urdaneta la medida de casa bpor cárcel al imputado, basándose en lo establecido en los numerales 1 y 4 del artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal.

Aparte de eso, no ordenó a PoliHatillo una custodia permanente contra el detenido, sino lo que denominan como visita por rondas, que no es más que los funcionarios fueran varias veces al día a constatar que el imputado se encontrará en su casa.

Este amparo contraría lo establecido en el artículo 237 del Código Orgánico Procesal Penal, que en su Párrafo Primero reza que en los imputado por delitos mayores a 10 años se presume el delito de fuga. Tras esta razón se ameritaba que Urdaneta tuviera como mínimo una medida de alistamiento policial permanente para que no escapara, pero no la tuvo.

El director de Seguridad Ciudad de El Hatillo, comisario Javier Gorriño declaró desde la policía municipal se enviaban dos funcionarios de manera aleatoria para ver si el detenido se encontraba en su casa. Lo hacían sin horas fijas para que no se creara una costumbre de visita.

Sin embargo, cuando los efectivos la puerta de su casa la mañana del viernes 4 de mayo, 13 días después de otorgarse la medida, nadie respondió. Luego de varios intentos optaron por llamar a su madre, quien indicó que posiblemente el detenido se estaba bañando y que por eso no salía.

No fue sino hasta la tarde, cuando la madre llegó, que los uniformados pudieron ingresar al inmueble y darse cuenta que Urdaneta se había evadido.

Hasta el momento se desconoce si se inició una investigación por el delito de fuga, o al menos PoliHatillo no ha recibido órdenes de investigar lo ocurrido. Tampoco se han revisado las cámaras de la urbanización para ver si registraron el escape.

El presunto homicida es hijo del exdirector de la Disip y teniente coronel retirado del Ejército Jesús Urdaneta Hernández. La esposa del taxista asesinado, Elisabeth Ortega, presume que este nexo pudo tener influencias en las medidas tomadas por el Tribunal.

El hecho

Gracias a los registros fílmicos de las cámaras de seguridad de la zona se comprobó que Urdaneta fue la última persona que solicitó el servicio al taxista. Quedó grabado cuando el presunto homicida compró un helado en una reconocida farmacia ubicada en La Lagunita y luego abordó el vehículo conducido por Ibarra.

Rodaron aproximadamente un kilómetro hasta un paraje ubicado en el medio de la vía. Allí se bajaron del taxi y luego de un cruce de palabras, Ibarra recibió un tiro en la nuca que le ocasionó la muerte minutos después.

Urdaneta vivía en la urbanización Lomas de Urdaneta, cerca del sitio del homicidio, y las cámaras de esa la residencia también captaron todo el recorrido que hizo desde que ingresó hasta que llegó a su casa. Según fuentes ligada a la investigación, se le notaba apresurado y nervioso.

Los videos fueron parte de la evidencia utilizada por las comisiones del Cicpc para aprehender a Urdaneta  al día siguiente y sospechar de sus responsabilidad. Los detectives fueron hasta la casa y se lo llevaron detenido a la sede de la policía científica ubicada en El Llanito.

Durante las investigaciones se le practicó una prueba de Análisis de Trazas de Disparo, la cual salió positiva. Es decir, ese día Urdaneta disparó una pistola, sin embargo, el arma utilizada aún no ha sido localizada, lo que dificulta saber si esa pistola fue la que arrojó el proyectil que acabó con la vida del taxista.

Esos fueron los únicos elementos utilizados para realizar la imputación, pues hasta el último momento el sospechoso se declaró inocente del crimen, reseña Caraota Digital