Ladrones arrecian en noches de protestas

En los hurtos se llevaron leche, helados, embutidos, licores y equipos electrónicos y electrodosmésticos. Los vecinos denuncian que la Policía ni la Guardia actuaron oportunamente. Los propietarios explican que no se trata solo de las pérdidas de mercancía e inversión. También afectan a los empleado

Andrea Querales/La Verdad

Los delincuentes aprovecharon las protestas, se organizaron, saquearon, robaron y destruyeron el patrominio colectivo. En una noche asaltaron un supermercado, una carnicería, una licorería; derribaron semáforos y llenaron las calles de desechos. Tito Urbano Meleán, comandante de la Región Estratégica de Defensa Integral Occidente, informó, en nota de prensa, que tras los recientes hechos vandálicos y saqueos en Maracaibo hubo ocho detenidos y otros 100 quedarán a disposición del Ministerio Público.

En el centro comercial La Pomona, frente al conjunto residencial Las Pirámides, unos 50 maleantes encapuchados abrieron, el pasado lunes a las 9.30 de la noche, un boquete por el depósito del supermercado Valle Fuentes, y se llevaron leche, mantequilla, embutidos, alimentos de charcutería, helados, computadoras, impresoras fiscales, pesos, una rebanadora, detalló Manuel Valle, uno de sus propietarios.

La llamada de los vecinos alertó a los propietarios y a la Policía Nacional. Una patrulla llegó al lugar, «pero no hizo nada», comentó un habitante de la zona, quien prefirió mantenerse en el anonimato. Agregó que sentían impotencia al ver los destrozos y no poder hacer nada.

«Los policías que llegaron, agarraron a un muchacho con un bolso lleno de helados. Voltearon la mercancía en la patrulla, le regresaron el bolso al hombre y se fueron», denunció un vecino.

Más tarde asistieron efectivos de la Guardia Nacional, lanzaron bombas lacrimógenas para tratar de dispersar a la multitud. «No se esforzaron mucho» y se fueron. Mientras hurtaban en el Valle, otro grupo destrozaba la licorería Andueza. De ahí se llevó 50 cajas de cervezas, botellas de ron, whisky, refrescos y dinero en efectivo.

En el establecimiento estaban dos empleados a quienes amenazaron con piedras y palos para que no interrumpieran el robo. La desatada delincuencia cesó por el apoyo de los vigilantes privados del centro comercial.

Los propietarios

Con melancolía, Valle contó que es un golpe fuerte como propietario, pero también se ven afectados los 22 empleados de su negocio. «Son padres y madres, el sustento de sus casas, ellos también son víctimas». Lo primordial son sus empleados y espera poder levantarse. «Es la tercera vez que nos roban, pero esta es, sin duda, la peor».

Julia Pérez, propietaria de la licorería, opinó que los actos no van con el tema de las protestas. «Se trata de delincuentes que se aprovechan de la situación». Resaltó que no contó en ningún momento con el apoyo de los cuerpos de seguridad. «Me cansé de llamar y nada. Sin embargo, llegaron unos policías, pero llegaron para meter botellas para ellos».

Los comerciantes no se atrevieron a dar montos por las pérdidas. Estaban encargados de los inventarios y así hacer el cálculo.

Carnicería en jaque

El mismo modus operandi implementaron para hurtar en la carnicería La Reina del Norte, en la avenida Guajira. Del establecimiento se llevaron, a la 1.30 de la madrugada, casi todo. Dos balanzas, rebanadora, computadora, embaladoras, máquinas fiscales, puntos de venta y toda la mercancía. En los anaqueles y neveras solo quedaron los vidrios.

Keila Gómez, encargada de la tienda, comentó que los daños ascienden los 200 millones de bolívares, se cuestiona cómo van a seguir operando. Los 15 empleados de la carnicería están preocupados por la situación, temen quedar sin trabajo.

Ciudad de Milán

La panadería Ciudad de Milán, ubicada en la calle 78 Dr. Portillo, al norte de Maracaibo, también fue saqueada la noche del domingo. Con un tronco, un grupo de 20 personas, rompió la santamaría y entró a sacar todo lo que pudiera.

Las camáras de seguridad grabaron a los antisociales cuando sacaban jamones, queso, salchichas, cajas fiscales, rebanadoras y balanzas electrónicas. Los dueños se encargaron de formalizar la denuncia y entregar las evidencias para que evaluaran la información.

En el hurto, presuntamente, identificaron a uno de los implicados, un hombre conocido como el «Capino». Los funcionarios investigan para confirmar la información y plena identificación.