La venezolana ‘Dulce Ángel’ será juzgada en España por enterrar vivo a un hombre

Hedangelin Candy Arrieta, venezolana de 34 años, y que utilizaba el apodo de ‘Dulce Ángel’ en la red social Badoo. Era el cebo para captar clientes en Badoo, conocida página de encuentros sexuales, será juzgada junto a dos hombres cómplices por asesinato de un empresario español en la ciudad de Zaragoza.

De acuerdo a lo publicado por ABC, esto se debe a la culminación de las diligencias que acaba de culminar el juzgado de Instrucción número de 10, que se ha encargado de este macabro caso que se conoció el pasado otoño. Un informático vasco desapareció tras haber acudido a una cita con una mujer en Zaragoza. Días después aparecía su cuerpo en un campo de la localidad zaragozana de Pedrola. La autopsia desveló que fue enterrado vivo, cuando agonizaba tras una brutal paliza.

ABC, resalta que “Dulce Ángel”, se trataría de una mujer dominicana de 34 años, pero Arrieta resultó ser venezolana, según lo publicado por Ondacero, vivía en la zona de Maracaibo y llegó a España en un avión que aterrizó en Barajas. Señalando huir del régimen autoritario de Nicolás Maduro en su país y pidió asilo político en España.

La venezolana hacía miles de euros estafando insensatos con falta de afecto a través del Badoo

Sin embargo, en 2015, Hedangelin Candy Arrieta se definía como “chavista de corazón”, en su cuenta de twitter, donde se encuentran tweets dirigidos al extinto Hugo Chávez diciendo: “Hola, mi presidente. Por favor, necesito una vivienda, tengo cuatro hijos. Respóndeme, soy chavista de corazón”.

La investigación condujeron hasta la mujer que había contactado con este informático de 54 años que vivía en Getxo (Vizcaya). Contactaba con hombres a través de las redes sociales. El crimen destapó que esta mujer pertenecía a una banda dedicada a asaltar hombres que acudían a citas en las que ella actuaba como cebo.

El anzuelo preferido para captar victimas era la lujuria

Tras quedar con ellos, los llevaba a lugares apartados en los que los otros miembros de la banda procedían a amenazarles y a agredirles para robarles. La investigación determinó que, antes del asesinato del informático vasco, otros dos hombres habían sido víctimas de esta misma banda, pero habían sobrevivido.

En el caso del informático de Getxo, la brutal paliza lo dejó agonizante. Sus verdugos optaron entonces por enterrar el cuerpo. La autopsia determinó que fue sepultado cuando todavía estaba con vida, a tenor de los restos hallados en sus vías respiratorias.

La juez instructora acaba de confirmar su auto de procesamiento contra los acusados, al existir “indicios razonables de criminalidad” por los delitos de asesinato, detención ilegal, amenazas condicionales, robo con violencia e intimidación, estafa y tenencia ilícita de armas.

Con información de ABC.