La mujer se metió nuevamente a la casa y provocó un incendio para que no quedaran rastros. Salió con lo robado pero una vecina la observó en la acera y le dijo que salía humo de la casa, la ignoró y se marchó a su casa
Jennifer del Valle Chirinos Rodríguez (32) atendió emocionada la llamada de Omar Leal Ortega, ingeniero de 60 años. La citó por tercera vez. A las 12.30 del mediodía del lunes salió de su casa con todo en mente, robaría al ingeniero para poder efectuarle la fiesta de cumpleaños a su hijo. Eso declaró en el interrogatorio en la Policía científica.
Al llegar a la vivienda de Ortega, a unos 200 metros de su vivienda, lo llamó al celular. La puerta del garaje se abrió. Ambos se refugiaron en el interior de la casa y por tres horas compartieron. Ya se marchaba cuando atacó con un martillo al ingeniero. Lo golpeó hasta derribarlo.
Chirinos buscó un machete y le cortó el cuello y los brazos. Ya sin vida, lo arrastró hasta el baño y lo roció con lo quedaba de la botella de whisky que bebieron. Tomó cosas que consideró de valor y las metió en bolsas. Luego las subió a una carretilla.
La mujer se metió nuevamente a la casa y provocó un incendio para que no quedaran rastros. Salió con lo robado pero una vecina la observó en la acera y le dijo que salía humo de la casa, la ignoró y se marchó a su casa.
Mientras la casa ardía en fuego empezó a distribuir lo que había robado. A su marido, Ciro Ángel Luengo Hernández (43), le dio un rifle.
En la avenida 73B de la urbanización Las Lomas detuvieron a Chirinos, a su esposo, a una pariente y a un amigo. A los cuatro los llevaron al Eje de Homicidios de la Policía científica. Solo dos quedaron a disposición del Ministerio Público.
Jhon Stiven Rangel / La Verdad