Durante el interrogatorio el muchacho aseguró que era inocente, y contó su versión de los hechos. La muchacha le confesó que su ex novio le escribía mensajes de texto, “deseaba regresar con ella a costa de lo que sea”. Nunca recibió respuesta por parte de la joven
Helen Hernández/La Verdad
Como un “caso atípico” calificaron, ayer en horas de la mañana, los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica, el deceso de María Angélica Nava (22), apodada la “Barbie”. Debido al recorrido que hizo la bala tras el impacto, los funcionarios no pueden determinar con certeza si se trata de un homicidio o un suicidio.
Después de que la estudiante de Derecho, recibió un tiro en el abdomen en una habitación de la casa 22 – 41 ubicada en la calle 8 del barrio Corazón de Jesús, parroquia Francisco Ochoa del municipio San Francisco; Nerio Alberto Vílchez Zimancas (25), su novio, permanece detenido en la sede de la Policía científica en Altos del Sol Amado.
Durante el interrogatorio el muchacho aseguró que era inocente, y contó su versión de los hechos. La muchacha le confesó que su ex novio le escribía mensajes de texto, “deseaba regresar con ella a costa de lo que sea”. Nunca recibió respuesta por parte de la joven.
Como el acoso del muchacho continuaba, Nerio le recomendó que cambiara su número de teléfono, accedió, comenzó a utilizar el celular de su abuela. El día del incidente, la visitó como de costumbre, conversaron largo rato hasta que la “Barbie” lo dejó solo.
En un arranque de celos agarró el teléfono, lo revisó, quedó atónito cuando descubrió un mensaje: “Hola mi amor ¿Cómo estás?”. Sin perder tiempo le preguntó al desconocido: “¿Quién eres?”. El monstruo que tenía en su interior se despertó y arremetió contra la estudiante cuando la vio atravesar el umbral de la puerta.
Hipótesis
En medio de la discusión María Angélica corrió a su habitación, cerró la puerta detrás de sí y pidió que la dejaran en paz. Una detonación alertó a los miembros de la familia, “esperaban lo peor”, aseguró el detenido.
En el piso yacía la infortunada, el short blanco y la blusa corta de flores anaranjadas, amarillas y moradas quedaron empapados de sangre, a su lado estaba la pistola. Nerio, sostiene que cubrió el cadáver con la franela que llevaba puesta.
Hasta que el equipo de criminalística no emita los resultados del “análisis detrás del disparo”, los funcionarios ligados a la investigación no pueden dar conclusiones. Por el momento, “sería imposible pensar que la muchacha se suicidio. La única forma de que lo hubiera hecho es estando agachada. La planimetría es confusa”, aseguró un detective.