La bala de un policía le atraviesa la cabeza

Yamilet Castillo tomó un mototaxi para llegar a su casa, en la vía a Perijá. Cuatro funcionarios de la PNB dispararon contra el conductor y la mataron. La familia exige pruebas de balística, quieren saber quién disparó. Los oficiales amenazaron a los sobrevivientes. Hasta ahora no hay detenidos por el caso

Yamilet Johana Castillo, de 23 años, regresaba de buscar el dinero para la cena de sus hijos. Un amigo mototaxista se ofreció a llevarla a su casa. Unas cuadras antes de su destino, cuatro oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) le exigieron al conductor que se detuviera, este no acató la orden y le dispararon. Una de las balas se atravesó en la cabeza del ama de casa.

La familia detalló que en tres horas le arrebataron a una pariente. La joven salió, a las 7.00 de la noche, de su casa en el barrio Ricaurte Fuenmayor, municipio San Francisco, con una sobrina de 16 años. Recogerían el dinero para comprar la cena de sus tres hijos en el barrio El Silencio y volverían. Quedaron en no tardarse más de una hora.

«Entraban al barrio cuando les dispararon», recordó su hermana. La sobreviviente tiene miedo de declarar. Les comentó que el motorizado les gritaba: «Si iban a morir, serían los tres». Se negó a detenerse para que los oficiales lo revisaran. Hubo cuatro detonaciones. Una de las balas hirió a Castillo, cayó al pavimento y su sobrina se lanzó para socorrerla.

«Los policías amenazaron con matar a mi sobrina si los miraba», denunció la hermana del ama de casa en la morgue forense. No le prestaron ayuda. La dejaron herida en la carretera.

Castillo recordó que su sobrina llegó a su casa en crisis. Les decía: «Mataron a tía, mataron a tía». Wilson Montiel, esposo de Yamilet, buscó ayuda y la llevaron a la sede de los Bomberos del Sur, allí le ofrecieron los primeros auxilios y la remitieron al Hospital General del Sur. Aún estaba viva.

Los galenos de turno les comunicaron a los familiares que debían intervenirla de emergencia. La herida no soportó la espera y a las 10.40 de la noche falleció.

Los oficiales huyeron. El mototaxista esperó que nadie pasara por la carretera y salió de su escondite a recuperar su vehículo y escapar también.

Los familiares de la víctima exigieron justicia. Esperan que le hagan la necropsia y extraigan la bala alojada en su cráneo. «Deben hacerle una prueba de balística». Necesitan saber cuál oficial es el asesino.

La Policía científica investiga el crimen. Hasta ahora no hay detenidos. Ayer se dedicaron a reconstruir la escena del crimen y a interrogar a los familiares de la occisa. Presuntamente el mototaxista tendría antecedentes y por eso no se detuvo cuando los oficiales lo ordenaron.

 

Paola Hernández/La Verdad