Javier Mayorca: No las llame cárceles, llámelas guaridas

El 30 de septiembre, una comisión de la Policía de Aragua ultimó en Palo Negro a cinco sujetos que supuestamente intentaban asaltar la vivienda de la familia del ex grandeliga Kelvim Escobar. La banda estaba conformada por tres efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y dos policías de esa misma región.

En otro país, esto ya ameritaría un análisis sobre la creciente degradación de los cuerpos de seguridad. Pero en Venezuela ya se hizo normal ver a los funcionarios en “modo delictivo”.

Lo que sí sorprendió a más de uno es que cuatro de los cinco fallecidos estaban formalmente detenidos en el retén de Alayón, por estar involucrados en diversos delitos contra la propiedad.

Los guardias y policías no habían sido declarados como evadidos o fugados por las autoridades. Simplemente, salían a delinquir y luego regresaban a sus celdas a repartirse el botín.

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