Habló la madre de mujer asesinada por el esposo en Chile: «Volví con mis 2 nietos y las cenizas de Katherine»

«Estando fuera me di cuenta que hay mucho feminicidio y maltrato hacia la mujer», así comenzó la madre de mujer asesinada por el esposo en Chile

“¡Abuelita, nos viniste a buscar!” fueron las palabras de su nieto de 5 años al ver llegar,  desde San Francisco-Venezuela,  a Mariana Quintero de Fernández, quien finalmente pudo viajar hasta Santiago, capital de Chile, para repatriar el cuerpo de su hija Katherine Fernández Quintero,  quien fue asesinada a puñaladas por su esposo Jonathan Añez Morales,  el pasado 23 de noviembre.

“Dentro de su inocencia él sabe que su mamá murió y que desde el cielo los está cuidando”, contó con serenidad la mujer que, a pesar de la tranquilidad,  lleva el luto a flor de piel por la ausencia eterna de la mayor de sus dos hijas.

Acompañada de su esposo, Jorge Fernández, Mariana recibió a periodistas de Panorama en el sector San Felipe.  Ambos contaron los  amargos momentos que vivieron desde que recibieron la trágica noticia que   los embarga.

“Gracias al Consulado de Chile, ubicado en Puerto Ordaz, estado Bolívar,  pudimos viajar rápido llegamos el 2 de diciembre y regresamos a la 1:00 de la mañana del 1 de enero. Fue todo un mes de trámites en Fiscalía, en los tribunales, en medicina forense, pero ya estamos aquí con los niños y las cenizas de Katherine”, dijo.

De Jonathan informó que sigue detenido en un centro de arrestos preventivo hasta que se culminen las averiguaciones, luego del juicio pasará a la cárcel general “donde pasará años por la muerte de mi hija”.

“Mis nietos quedaron huérfanos porque ese señor está muerto en vida”, sentenció Mariana.

“Nos dieron la custodia temporal, por un año, porque el papá está vivo y es quien da la autorización. Él aceptó darla  para que me los trajera”, agrega a la vez aclaró que solo pudo verlo el día de la audiencia, pero no tuvieron contacto, ni intercambio de palabras.

“Cuando llegué a Puente Alto, donde vivían; el casero me dijo que al darse cuenta de lo que había pasado sacó a los niños y los mantuvo bajo su cuidado hasta que llegó uno de sus tíos, un hermano de Jonathan que también vive en Chile. Ambos y uno que vive aquí son trillizos”.

“Ellos estaban casados desde hacía seis años de matrimonio,  tenían muchos problemas por los celos de él hacia ella desde que se fueron a Perú, hace tres años.  Cuando hablábamos, ella no me decía nada, lo supimos por unos familiares que también viven allá y fueron testigos. Una vez me dijo: ‘Mami, tuve un pleito con Jonathan porque quiere que deje de trabajar y cómo voy a dejar de trabajar, si aquí todo el mundo tiene que trabajar’.

Nueve meses tenían viviendo en Santiago cuando ocurrió el feminicidio.

En medio de la entrevista, Jorge recordó con orgullo que Katherine se graduó como periodista en la Unica (Universidad Cecilio Acosta).

El día que murió tenía una semana de haber sido nombrada directora de marketing de la agencia de turismo Travesía, “pensamos que eso fue lo que lo molestó”, opinó.

“Ella era muy emprendedora, le sacaba punta a todo donde llegaba. Convencía a la gente; de hecho, la empresa donde trabajaba nos pagó los pasajes de ida y vuelta. En la oficina tienen una fotografía con su nombre y su cargo (…)”, agrega su madre, quien viajó acompañada de una de sus hermanas. “Ella fue mi bastón porque sola no hubiese podido (…)”.

Sobre la  familia de Jonathan  hasta ahora no ha tenido contacto directo con sus padres, “ellos vinieron cuando nos informaron lo que había pasado, pero no los atendí (…). Solo vino una prima a ver a los niños, los llevó a comer pizza y nos dijo que había acordado con Katherine ser la madrina del menor de los niños”, dijo Mariana Quintero de Fernández.

“Ellos están viviendo el doble del dolor que nosotros estamos sufriendo. Nosotros perdimos a una hija, una muchacha emprendedora, una buena madre y esposa. Ellos pueden venir a ver a los niños, pero hasta ahora no lo han hecho”, añadió con nostalgia.

“Estando fuera me di cuenta que hay mucho feminicidio y maltrato hacia la mujer. Por eso, le aconsejo a las muchachas a que hablen con sus familias. En el caso de mi hija  fue porque ella siempre fue independiente, no aceptaba ayuda, no le gustaba molestar a nadie. Cuando llegaron a Chile pasó tres meses en un refugio y logró conseguir las visas de él, de ella y el permiso para que los niños estudiaran”.

“Ahora viene el trabajo con los tribunales de acá, en Venezuela, para lograr la custodia (…) con un expediente que debo llevar a Caracas”.

Para el 23 de enero habrá una misa en su memoria en la iglesia Santo Domingo de Guzmán, ubicada en  la urbanización La Coromoto.