Óscar Hernández, sobrino de la víctima, desmintió el supuesto asesinato en prisión del hombre que mantuvo cautiva durante 31 años a su tía. Indicó que no se ha logrado el pase al centro de detención por hacinamiento.
Aunque a Mathías Enrique Salazar Moure le dictaron privativa de libertad en el Centro de Atención al Detenido Alayón, en el centro de Maracay (Aragua), todavía no ha sido trasladado a ese recinto y permanece en la comisaría de Poliaragua, donde fue recluido cuando lo detuvieron el 27 de enero.
Óscar Hernández, sobrino de Morella, dijo que su traslado no se ha logrado por el hacinamiento que hay en estos calabozos. Según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVP) hay 1000 detenidos y su capacidad es para aproximadamente 200.
“El gordo Mathías”, como lo llamaban los vecinos, mantuvo en cautiverio a Morella durante 31 años, en un apartamento de la torre C del Conjunto Residencial Los Mangos, en Maracay. En ese mismo lugar, pero en la torre D, privó de libertad a Fanny* por 23 años, quien tuvo una hija, María* (20 años).
Durante las investigaciones también se descubrió que Ana María* tenía 32 años sometida en casa de la madre de Mathías, Margarita Moure, en el sector Las Mayas de El Limón.
Hernández, aseguró que a Mathías no lo han linchado ni tampoco lo mutilaron, como se ha difundido por las redes sociales, después del motín que hubo en Alayón el pasado 6 de febrero, en el que fallecieron seis personas y cinco resultaron heridas, según el OVP.
Las investigaciones se mantienen en curso y por ahora los familiares aguardan por la audiencia preliminar. A “el gordo Mathías” lo imputan por los delitos de violencia psicológica, violencia sexual, esclavitud sexual y amenazas.
El infierno de Morella en manos del “Gordo Mathías” de Maracay
Aquel 23 de diciembre de 1988 Morella de tan solo 18 años recibió la propuesta de su pareja Mathías Enrique Salazar Moure conocido como el “Gordo Mathías”, en ese entonces de 23 años, para que huyeran juntos debido a que los padres de ella no aceptaban la relación.
Morella vivía en Valencia y esa fecha acudió al terminal y se fue con el “Gordo Mathías” a Maracay, estado Aragua.
Cuando estaban en Maracay el “Gordo Mathías” comenzó revelar sus verdaderos propósitos, mantener de prisionera a Morella, bajo sus caprichos y sus más oscuras intenciones.
En un apartamento del conjunto residencial Los Mangos de Maracay, la mantuvo cautiva en una habitación a oscuras sin ver la luz del sol, solo veía la televisión y nada más medios locales.
Durante 32 años Morella fue víctima de abuso sexual, de agresiones, amenazas y de brutales golpizas.
Intentó huir en varias oportunidades, pero siempre el “Gordo Mathías” se lo impedía y la golpeaba.
El “Gordo Mathías” solo la alimentaba con huevos y caraotas, por lo que presentaba desnutrición.
El 24 de enero de 2020 Morella ya de 49 años logró escapar y acudió al Instituto de la Mujer de la entidad, donde contó lo que le había ocurrido. En un principio no creyeron en su historia, pero una de las trabajadoras del lugar si lo hizo y la ayudó a denunciar el caso.
Se logró conocer que el “Gordo Mathías” también mantuvo prisionera a su esposa y a una joven en una vivienda en Maracay. Actualmente el “Gordo Mathías” se encuentra preso en la cárcel de Alayón.