El feminicidio de Debanhi Escobar el caso que extremece a México

Debanhi Escobar mujer asesinada en méxico

A pesar del descenso de los feminicidios, según cifras oficiales, México es el segundo país de América Latina donde se comete más violencia homicida contra las mujeres. El último escándalo surgió a raíz del caso de Debanhi Escobar, una joven de 18 años que desapareció el 9 de abril y cuyo cuerpo fue hallado sin vida por las autoridades en la madrugada del viernes en el perímetro de un motel que ya había sido inspeccionado en reiteradas ocasiones en los últimos días.

Debanhi Escobar tenía 18 años. En la noche del 8 de abril acudió a una fiesta con sus amigas, pero nunca regresó a casa. El 9 de abril se reportó su desaparición a su familia y a las autoridades del estado de Nuevo León, norte de México, donde residía.

Tras 13 días de búsqueda y numerosos interrogantes, su cuerpo sin vida fue hallado en la madrugada de este viernes a cuatro metros de profundidad en una cisterna de agua a las afueras del motel Nueva Castilla, cerca de donde fue vista por última vez.

«Mi hija está muerta y no sé qué hacer, estoy molesto porque me equivoqué, creí en la Fiscalía, y nunca me pasaron los tomos, les pedía copias, es mi derecho como víctima, nunca los tuve en mi poder, porque ellos no hicieron su trabajo», se lamentaba Mario Escobar, padre de la joven fallecida, quien criticó la labor de la Fiscalía durante la búsqueda de su hija.

En una improvisada rueda de prensa a las afueras del lugar donde fue hallado el cuerpo de Debanhi, el padre denunció también la poca transparencia del equipo que dirigió las batidas, pues ya habían peinado la zona hasta en cuatro ocasiones antes: «Cuatro veces habían cateado, ¿por qué a la quinta aparece? ¿lo sembraron? ¿cómo llegó?», se preguntaba el progenitor.

Una extraña foto tomada poco antes de su desaparición

La última imagen que se tuvo de la joven fue una fotografía tomada, presuntamente, por el taxista de una compañía privada, quien la dejó en el kilómetro 15,5 de la carretera de Monterrey a Nuevo Laredo, no en su casa.

Esa fotografía, ampliamente difundida en redes sociales durante las últimas dos semanas y donde se ve a Debanhi Escobar sola en la carretera, según medios locales mexicanos consultados por el periódico ‘El País’, fue tomada por el taxista para probar que Escobar bajó voluntariamente del taxi.

Sin embargo, de acuerdo con el relato de la familia, tras consultar videos en poder de la Fiscalía, Debanhi bajó del auto porque el conductor la estaba acosando sexualmente, alargando su brazo para tocarle los pechos.

Pese a las palabras del padre de la muchacha, quien asumió la versión del acoso sexual como uno de los detonantes de la muerte de la joven, el Ministerio Público de Nuevo León espetó que la actitud del conductor no esgrimía ninguna conducta condenable y que se mostró colaborativo durante las investigaciones: «Ha colaborado mucho. No hay nada absolutamente nada en los análisis», confirmó la Fiscalía. De hecho, el taxista está en libertad.

Los cuerpos de otras cinco mujeres fueron hallados en la investigación

El presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su rueda de prensa mañanera diaria, trasladó el pésame a la familia de la víctima y no descartó la posibilidad de que la Fiscalía General de la República asuma la investigación del caso de Escobar en detrimento de la fiscalía estatal. Sin embargo, el mandatario sí negó establecer una alerta por feminicidios en el estado de Nuevo León.

Durante las pesquisas en el terreno, las autoridades hallaron los cuerpos de otras cinco mujeres dadas como desaparecidas en el mismo perímetro donde se buscaba a Debanhi Escobar.

Según datos ofrecidos por las instituciones públicas, en lo corrido del año sólo en el estado de Nuevo León se reportaron 322 denuncias de desapariciones de mujeres, de las cuales 26 siguen sin desenlace.

En la tarde de este viernes se registraron marchas para condenar el feminicidio de la joven.

El 20 de abril el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública publicó los datos sobre incidencia delictiva durante el primer trimestre de 2022, donde se refleja que Nuevo León es el segundo estado, sólo por detrás del Estado de México (39) e igualado con Veracruz (21) donde se han cometido más feminicidios.

Entre el 1 de enero y el 31 de marzo, de acuerdo con los mismos datos, se han tipificado como feminicidios 215 casos. Y hay otras 426 muertes de mujeres categorizadas como homicidio doloso.

Descenso, con matices, de los feminicidios en el país

La palabra «feminicidio» se empezó a popularizar en México en los años 90, después del escándalo del asesinato de mujeres en Ciudad Juárez. Desde entonces, el concepto de homicidio de mujeres por razones de género pasó a formar parte del marco legal, pero no fue hasta 2012 cuando el término se añadió al Código Penal Federal.

Desde entonces, la tipificación de los feminicidios no es común a los 32 estados mexicanos. Además, hay siete causales que se tienen que dar para que se considere como tal y no como homicidio: que haya signos de violencia sexual, antecedentes de violencia, una relación entre la víctima y el victimario, lesiones o mutilaciones, amenazas o agresiones previas al asesinato, incomunicación de la víctima o que el cuerpo haya sido exhibido en un lugar público.

Así las cosas, las autoridades mexicanas comunicaron que durante el mes de marzo se registraron un 34,8% de feminicidios menos que durante el mes pico de registros de este crimen, que fue en agosto de 2021, cuando las instituciones públicas comunicaron 107 feminicidios, la cifra más alta registrada durante el mandato de López Obrador.

A pesar de las perspectivas optimistas del Gobierno por el descenso continuado de los feminicidios durante cuatro meses consecutivos, los colectivos feministas mexicanos denuncian que el sesgo en la tipificación del delito de feminicidio impide que la gran mayoría de asesinatos contra mujeres se investiguen y se juzguen como tal, lo que implica un infrareporte en las estadísticas y una imagen alejada de la realidad.

En entrevista con France 24, la abogada y activista feminista Karen Quiroga, afirmó que las procuradurías y las fiscalías estatales estarían recibiendo órdenes para tratar los feminicidios como homicidios dolosos o culposos como forma de adelgazar las estadísticas.

«El Gobierno maquilla los datos», sentenció Quiroga en relación a los datos a la baja ofrecidos por las autoridades. «Hay un cerco del Poder Judicial» para investigar los feminicidios y un «temor» de «desbordamiento» de las cifras, según la experta.

En esta misma línea se manifestó la asociación civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, cuya auditoría en 2019 reflejó que un 46% de los feminicidios se tipifican como “homicidios dolosos” para moderar las estadísticas.

Los colectivos feministas en México han solicitado en numerosas ocasiones que todos los asesinatos de mujeres se traten en primera instancia como feminicidios y que después se filtren las causas. De ese modo, se podría actuar con mayor transparencia para con el número real de los casos, sostienen.

En relación a la Comisión Nacional de Búsqueda, el organismo encargado de las investigaciones de las personas desaparecidas, la abogada Karen Quiroga apuntó que la institución «no cuenta con fondos económicos» ni con «personal especializado» para realizar estas labores de manera efectiva y que, en la mayoría de las ocasiones, son las familias «con sus recursos propios» quienes tienen que asumir los costos de estas operaciones.

Todos estos ingredientes, en último término, favorecen la impunidad para con los victimarios, que de acuerdo con informes elaborados por diferentes organismos, alcanza entre el 97% y el 99%.

Los compromisos tibios del Gobierno

Entre 2015 y 2022 la tasa de feminicidios en México ha aumentado un 121%, un dato que sitúa a la nación como el territorio de la región de América Latina y El Caribe donde más feminicidios se perpetran, sólo por detrás de Brasil.

López Obrador sostiene que están «ocupándose de eso». En los últimos años, México ha impulsado la Ley Olimpia, para tipificar como delito la violencia digital; y la Ley Ingrid, que condena a funcionarios que difundan información sobre las víctimas.

En las elecciones federales del pasado 6 de junio de 2021, se aprobó otra ley que obligaba a los partidos políticos a tener candidaturas paritarias en sus listas.

Sin embargo, el presidente no reconoce al movimiento feminista como un actor social importante en el escenario actual y llegó a decir que la violencia machista es cosa del «neoliberalismo».

Incluso el fiscal general Alejandro Gertz Maner llegó a sugerir en febrero de 2020 la eliminación del tipo penal de feminicidio para investigarlo como homicidio agravado porque complicaba «inútilmente la judicialización». Una afirmación que tuvo que rectificar.

Los datos reflejan una falta de resultados en la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Además, durante el último sexenio se han registrado más de 100.000 homicidios en México, un saldo que enturbia el optimismo y las propuestas de López Obrador.

Con información de EFE y medios locales e internacionales.

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