El silencio es su carta de presentación para todo aquel que lo llegue a conocer, y su maldad la disfraza de bondad para ocultar el monstruo que guarda en su interior.
Franklin Jesús Prepo Gómez, expolicía de 35 años de edad, ahora es conocido en el estado Anzoátegui como “el Monstruo de Peñalver”. El renombre lo alcanzó por las presuntas aberraciones sexuales que les hizo a sus hijas biológicas durante 36 meses.
De acuerdo con la información que obtuvo Cactus24 Noticias Oriente a través de fuentes oficiales, Prepo Gómez supuestamente violaba a sus cuatro descendientes: una de 6, otra de 9 y unas morochas de 10 años de edad.
Las niñas vivieron por mucho tiempo esta situación sin que nadie lo notara, ni siquiera la madre, ya que esta las abandonó y las dejó a cargo del papá.
Pero lo que no visualizó Franklin Jesús es que el castillo de mentiras que había construido durante la crianza de sus pequeñas, se le vendría abajo con la llegada de una nueva integrante a la familia.
Hace aproximadamente dos años, el hombre conoció a una docente que labora en la zona oeste de Anzoátegui. Entre ellos hubo atracción. Se enamoraron, y con el tiempo se unieron para crear una familia.
Sin imaginar la desgracia que le vendría encima, la educadora se mudó para la casa de Franklin Jesús, ubicada en la calle Costa Norte del sector La Planta, en Puerto Píritu, municipio Peñalver. Allí, todo era “normal” ante los ojos de la maestra, solo que, a principios de febrero de 2021, su hija se convertiría en la quinta víctima de “el Monstruo de Peñalver”.
Confesión
La docente antes de estar con el presunto pedófilo tuvo una niña que actualmente cuenta con 10 años de edad. La infante no conoció a su padrastro en los 24 meses de idilio que mantuvo su mamá con Prepo Gómez, debido a que su abuela materna la cuidaba. Pero aún así, el trágico destino organizó todo para que la inocente se relacionara con el aberrado.
La madre de la educadora se enfermó y necesitaba viajar para Caracas en el segundo mes del año en curso. En la capital, la señora se realizaría unos estudios médicos, razón por la cual no podía llevarse a su nieta y optó por dejarla con la mamá.
Cuando la pequeña pisó la vivienda de Franklin Jesús, este inició la cacería contra ella.
Se conoció que cuando la maestra salía para su trabajo, el pervertido hacía de las suyas contra la menor de edad. Pero antes de cometer el hecho, se tomó el tiempo para estudiar a su víctima y después atacarla.
Tras los seis meses de terror que vivió la niña, la abuela retornó al oriente del país y cuando buscó a su nieta, esta le confesó, despavorida, la pesadilla que había pasado al lado de su padrastro, situación que desconocía su madre.
Al enterarse del hecho, la progenitora y otros familiares de la menor de edad acudieron al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para formular la denuncia.
A pesar de que las averiguaciones iniciaron en torno a la acusación de la hijastra de Prepo Gómez, los detectives de la Delegación Municipal Puerto Píritu del Cicpc descubrieron otro acto aún más aberrante; las hijas biológicas del investigado dieron pistas y señales de que también sufrieron abuso sexual.
Fue entonces cuando los sabuesos de la policía científica decidieron ahondar en el caso, ataron cabos, y través de exámenes forenses comprobaron lo que ya sospechaban, que las cinco criaturas fueron ultrajadas por el mismo sujeto.
Actuaba normal
Quienes conocen a Prepo Gómez aún no salen del asombro. En el caso de sus vecinos, el equipo de Cactus24 Noticias Oriente conversó con algunos de ellos y comentaron que el individuo no aparentaba ser un mal padre. Lo veían tranquilo, callado y muy atento con las niñas.
La misma opinión la dieron los conocidos que tenía en el ámbito político. Las veces que se encontraban a Franklin Jesús para conversar, él no mostró indicios de ser una mala persona. Le preguntaban por cualquier tema y con mucha educación respondía. Pero hay quienes aseguraron, desde el anonimato, que el supuesto violador andaba envuelto en el mundo de las drogas.
Lo cierto es que Prepo Gómez engañó a muchas personas, incluyendo a sus cuatro hijas. El sujeto, según el informante policial, se valía del cariño que le daba a las niñas para confundirlas, de tal manera que les hacía creer que era “normal” lo que él les practicaba en su casa. Por esa razón, el silencio de las víctimas.
La última vez que vieron a “el Monstruo de Peñalver” fue el domingo 08 de agosto cuando votaba en las Elecciones Primarias Abiertas (EPA) del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Al parecer, ese día se enteró de que ya había quedado al descubierto y huyó.
Por su parte, el director de la Policía Municipal de Peñalver (Polipeñalver), comisionado Jesús Belmonte, informó a este medio que Franklin Jesús estuvo 12 años laborando en esta institución, pero que después le dieron la baja porque no quería cumplir con los lineamientos del cuerpo de seguridad.
Luego de ser despedido de la policía, el hombre buscó empleo en la Alcaldía de Peñalver y allí consiguió trabajo como obrero.
Se supo además que el expolicía estuvo por cuatro años como director en un movimiento político llamado Afrodescendientes, cuyos integrantes debían asistir a eventos planificados por las instituciones educativas de la zona para dar charlas sobre la esclavitud y todo lo relacionado con este tema.
Protegidas
El Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescentes (Cpnna) actuó en las investigaciones en sinergia con el Cicpc y determinó que las pequeñas debían quedar a cargo de una hermana de Prepo Gómez, ya que por parte de la mamá no tienen familia.
Entre las últimas informaciones que tienen las autoridades policiales sobre “el Monstruo de Peñalver” es que anda armado, pero eso no detiene a los funcionarios, quienes ansían encontrarlo para darle captura y luego llevarlo ante la justicia para que sea castigado por el presunto delito que cometió en perjuicio de las cinco niñas.