Alrededor de 80 % de estos delitos se cometen desde las cárceles según el abogado Luis Izquiel. La redes sociales Facebook e Instagram son las plataformas predilectas para cazar víctimas con supuestas ventas de productos y de dólares a través del hackeo. En Twitter continúan aprovechándose de la desesperación por conseguir medicinas.
Caracas. “Pedimos un servicio público en el Twitter de varios medios de comunicación porque estábamos buscando los medicamentos para las quimioterapias de mi esposo. No habían pasado 10 minutos y me escribió una persona, que según se encontraba en el estado Bolívar y las tenía. No me pedía una cantidad exagerada de dinero y yo por el desespero no lo pensé”.
Fátima Andrade casi se convierte en una víctima de estafa. De no ser por la mala experiencia que tuvo uno de sus hijos, quien pagó por el envío de unas pastillas para un tratamiento de fertilidad de su esposa, cae en el engaño de estas bandas.
“Como ya habían estafado a mi hijo conocíamos la modalidad, porque la persona me abordó de la misma forma. Me dieron el nombre de una supuesta farmacia y hasta la dirección, también me pidieron pagar el envío con una cava. Hacen todo para que uno confíe”, dijo.
Raymond Orta, abogado especialista en litigios, tecnologías y pruebas científicas, explicó que las estafas con medicamentos son la modalidad más común en las redes sociales, pues los delincuentes se aprovechan de la escasez y el desespero de la gente por conseguirlos.
“Que tengan publicidad no es una prueba de que sea una empresa seria. Tuvimos el caso de unos estafadores vendiendo puntos de venta. La recomendación en estos casos es que verifiquen que las tiendas tengan números fijos y es preferible que tengan tiendas físicas para corroborar el producto”, explicó el abogado.
Aunque inicialmente las estafas se cometían a través de la red social Twitter, han migrado a Facebook e Instagram. Una de las razones de más peso es el crackeo —introducirse en sistemas informáticos con fines ilícitos— que sufrió Facebook y que dio lugar a que delincuentes obtuvieran claves y usuarios de cuentas en Venezuela.
Con base en ese robo existen bandas dedicadas a estafas. La mayoría está ubicada en el occidente del país, aunque no hay límites territoriales para esto”, aseguró Orta.
La seguridad también es vulnerable cuando se autoriza a una aplicación el permiso para ingresar a la agenda. Los delincuentes obtienen estos datos, al igual que cuando se descarga la agenda por correo electrónico.
Cárceles son “oficinas” para este delito
80 % de las estafas se cometen desde las cárceles, pues garantizan la impunidad, según el abogado criminalista Luis Izquiel. Ocurren desde las más pobladas, como el penal de Tocorón, en el estado Aragua.
“La cárcel es un microestado, a Tocorón no pueden entrar las autoridades y por eso siguen las estafas y extorsiones desde ahí. El Tren de Aragua tiene una sección dedicada a la extorsión, por ejemplo”.
En 2016 la Asamblea Nacional aprobó la Ley que regula el uso de la telefonía celular y la internet en el interior de los establecimientos penitenciarios, y alegaban que 90 % de las extorsiones se cometían desde los penales.
l Ministerio para el Servicio Penitenciario estaba en la obligación de adquirir e instalar equipos para bloquear la señal de celulares e internet. Y para garantizar la comunicación de los presos debían poner teléfonos públicos fijos en todos los penales.
Sin embargo, esto no se cumple a cabalidad por el despacho de Iris Varela.
Instagram y Facebook también son blanco para la extorsión. En ellas los presos investigan a sus víctimas, que eligen al azar. Posteriormente las llaman y les dan información acerca del nombre de sus hijos, colegio donde estudian, profesión o cualquier dato que localicen en sus perfiles y sirva para darles miedo.
“Me llamó un tipo y dijo que era de un colectivo. Dijo el nombre de mi hijo, donde estudiaba, el nombre de mis sobrinos y dijo que yo era doctora y que estaba pasando consulta en tal lugar. Todo era cierto. Mi primera reacción fue colgarle y buscar la forma de denunciar”, contó una ginecobstetra, quien por seguridad no quiso publicar su nombre.
Izquiel indicó que esta forma de identificarse como miembro de un colectivo es una fija entre las bandas delictivas. “Otra manera es que alguien del entorno de la víctima le pasa información al delincuente y así tiene mejores posibilidades de extorsionar. Los avisos de ventas en periódicos también son una opción de las bandas para obtener números”.
Venta de dólares por Instagram y Facebook
La estafa a través de compraventa de divisas por redes sociales se ha incrementado significativamente este 2019. Los delincuentes hackean los perfiles y suplantan la identidad de su víctima para generar confianza.
“Escribieron en la historia de una amiga que vendía dólares, le escribí y me respondieron un buen precio. Me dieron un número de cuenta, alegando que la suya era de ahorro y no le permitiría una gran suma de dinero y resultó que no era mi amiga. Me estafaron 200 dólares”, contó Olga Martínez Flores.
El abogado Raymond Orta comentó que los precios por debajo de lo establecido y ordenar hacer el pago a cuentas de terceros es un signo de alerta que se debería tomar en cuenta.
“Ofrecen la cuenta de otra persona, con la excusa de que la tienen bloqueada o que deben transferir a la cuenta de un tío o primo. Generalmente estas personas son engañadas y esos receptores del dinero, a veces, no están conscientes de que son parte de un sistema de fraude hasta que se efectúa”.
Otras plataformas no escapan de estafadores
Páginas de ventas como Mercado Libre o Linio no son olvidadas por los estafadores. Aunque han migrado a redes sociales, se mantienen en estas plataformas y pese a que estas agudizan sus sistemas de seguridad ellos encuentran la forma de vulnerar las medidas.
“Nos estafaron con la compra de un aire acondicionado. Era una mujer, le transferimos y siempre nos engañó diciendo que nos lo llevaría a la casa. Dio varias excusas: carro accidentado, un sobrino en camino, hasta que no respondió más”, contó Johana Durán.
El abogado Orta recomendó que especialmente en estos portales deben utilizarse métodos como el de Mercado Pago, que no se le hace efectivo el dinero al vendedor hasta que el comprador confirma que lo recibió.
“En las plataformas de comercio electrónico las personas que estafan tienen hasta 10 números prepago a nombre de ellas mismas. Después de que cometen el delito destruyen el chip”.
Izquiel comentó que un método bastante común recientemente son las llamadas, presuntamente por entes gubernamentales, en los cuales dan la noticia de que ganaron un vehículo.
“Entre los supuestos requerimientos piden referencias personales y aprovechan de obtener sus datos, una vez los dan llaman a esas personas para extorsionarlas”, explicó.
En la metodología de los carros también hacen distintas preguntas hasta que después piden un depósito para agilizar algunos trámites y estafan.
“Psicológicamente estamos condicionados que al decir sí, seguimos respondiendo y estos delincuentes logran que la víctima se quede enganchada”, añadió Orta.
Las flores, o mandalas, en las que una persona da una cifra en dólares porque presuntamente obtendrá más son otro método para delincuentes.
En los Altos Mirandinos estafaron aproximadamente a 1000 comerciantes bajo esta modalidad. Entre 500 y 1000 personas participaron en ese plan, en el cual consiguieron hasta 1.600.000 dólares.
“El fraude piramidal es una práctica antigua, más de 30 años, solo que ha ido variando. En las zonas populares eran conocidas como ‘el bolso’ y consiste en ir atrayendo a personas que no van a cobrar lo prometido”.
La impunidad favorece las estafas. Por eso expertos recomiendan denunciar ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), reseña Crónica Uno