“Abraham no buscaba problemas con nadie”

Los compañeros cargaron con la urna para montarlo en el carro fúnebre y así salir hasta el cementerio. Los familiares, amigos y profesores despidieron a Abraham y lo describieron como un muchacho de excelente conducta y educación

Ricardo Serrano/La Verdad

Un día más pasó y el dolor persiste en la familia de Abraham José Velazco Parra (16), a quien lanzaron desde la Torre D de las residencias Las Pirámides, en el sector Pomona de la parroquia Cristo de Aranza, el pasado viernes a las 3.00 de la tarde.

Sus familiares, amigos y profesores se reunieron en la funeraria para darle su último adiós al joven que muchos apreciaban por su esencia de buena persona.

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Como un muchacho de excelente conducta y educación lo describieron sus docentes.

Durante una semana le rendirán un homenaje, entre minutos de silencio y la bandera a media asta, en el liceo Hermana Cecilia Inés, donde cursaba el quinto año de bachillerato.

«No se metía con nadie, le gustaba evitar los problemas. Era muy tranquilo y no merecía morir así», comentó una compañera de clases de Abraham a las afueras del recinto, donde lo acompañaron en su última morada.

Sus materias favoritas eran física, química, matemática y educación física. Era un buen estudiante. Siempre se la pasaba jugando básquetbol en la cancha del colegio, dijeron sus amigos.

Una fuente relacionada al caso aseguró que sus victimarios son estudiantes de la escuela Luis Arrieta Acosta, ubicada también en el sector Pomona.

Unos cinco varones y dos muchachas, quienes vestían ropa escolar, fueron quienes se dirigieron a su residencia, lo golpearon y luego lo lanzaron al vacío del edificio.

Las dos chicas que acompañaban a los atacantes estudian en el mismo liceo donde lo hacía Abraham y llamaron a los vándalos para tomar represalias, agregó la fuente.

Según la Policía científica, tres sospechosos ofrecieron declaraciones tras un interrogatorio en el cuerpo de investigaciones. Las pesquisas del caso siguen su curso para dar con el paradero de los homicidas.

«Tenemos que volver al humanismo y no permitir que volvamos a seguir en la violencia. La juventud se ve afectada por la falta de valores, respeto y tolerancia, para eso debemos educar», señaló Rafael Hernández, profesor de instrucción premilitar de Abraham. «Cada año escolar muere un estudiante en Pomona a causa de la violencia», reclamó el docente.