Verdades y mentiras sobre las dietas para bajar el colesterol

Tener el colesterol alto es cada vez más frecuente en nuestra sociedad. Por eso es fácil que surjan mitos y errores a la hora de hacer recomendaciones de cómo deberíamos bajarlo. Por eso, en este artículo te desterramos los mitos más frecuentes de las dietas para el colesterol.

¿Qué mitos hay de las dietas para el colesterol?

Para conocer primero cómo se generan estos mitos, es bueno saber qué es la hipercolesterolemia y qué puede causar en nuestra salud.

¿Qué es el colesterol alto?

La hipercolesterolemia es la enfermedad que tiene una persona cuando tiene el colesterol sanguíneo elevado. Esto puede predisponer a tener enfermedades cardiovasculares, ya que facilita la formación de la placa de ateroma.

Tener el colesterol ‘malo’ (LDL) elevado facilita que las moléculas que lo transportan en sangre entren en la pared vascular de las arterias. Allí, se oxidan provocando una respuesta inflamatoria en nuestro cuerpo.

Pero el colesterol es solo un indicador de riesgo cardiovascular, entre otros muchos. En las analíticas, además de mirar el ‘colesterol bueno’ y el ‘colesterol malo’, hay que mirar también los valores de inflamación y si estas moléculas de colesterol son grandes o pequeñas.

Desde siempre hemos escuchado este mito. Si el colesterol es transportado por lípidos, lo lógico parece que si disminuimos la grasa en nuestra dieta también bajaremos los niveles de colesterol, sobre todo con las grasas saturadas.

Sin embargo, recientes estudios han desmitificado este hecho, ya que parece que las grasas saturadas aumentan más el HDL, o colesterol ‘bueno’, que el LDL. Además, se ha visto que las grasas saturadas no aumentan la enfermedad coronaria.

Muchas veces, reemplazamos estas grasas saturadas por cereales refinados y no es lo más acertado. Por lo tanto, la dieta debe ser saludable, con una cantidad adecuada de grasas.

Los mejores tipos de grasas se encuentran en:

  • Pescado azul.
  • Frutos secos.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Aguacate.

Mitos de las dietas para el colesterol: ¿comer colesterol aumenta el colesterol?

Este mito viene arraigado sobre todo por los huevos, ya que se pensaba que, como los huevos son ricos en colesterol, si consumíamos mucho huevo nos aumentaba el colesterol sanguíneo. Pero, a día de hoy, ya está demostrado que no es cierto. De hecho, consumir huevos frecuentemente en una dieta saludable puede aumentar el colesterol ‘bueno’, como muestra este estudio.

La mayoría de los estudios no encuentran relación entre la ingesta de colesterol y el colesterol en sangre. Nuestro cuerpo tiene un sistema de regulación del colesterol, que ajusta la síntesis de colesterol para producir el que necesita. Cuanto más incluyas en la dieta, menos produce, y al revés.

¿Hay que tomar más grasa vegetal y menos animal?

En esta pregunta hay que matificar, ya que va a depender del tipo de grasa que tenga cada alimento.

Las grasas vegetales, como el aceite de palma, presente mayoritariamente en bollería y comida ultraprocesada, son perjudiciales para el riesgo cardiovascular. También los aceites de semillas muy refinados que tienen mucho omega-6 pueden ser proinflamatorios.

Las grasas trans o hidrogenadas, presentes también en alimentos ultraprocesados, son más perjudiciales que las grasas animales. Por eso, ¿deberíamos cambiar la mantequilla por margarina? No necesariamente, ya que la margarina suele llevar este tipo de grasas hidrogenadas; en cambio, la mantequilla lleva grasa saturada.

En cuanto a la grasa animal, hay que distinguir que la grasa del pescado (poliinsaturada) es mejor que la de la carne (saturada), sobre todo si esta es procesada.

Recomendaciones dietéticas para bajar el colesterol

  • El tipo de grasas que mayoritariamente deberíamos consumir son las grasas procedentes de: frutos secos y semillas, pescado (sobre todo azul) y aceite de oliva virgen extra. Mientras que se debería reducir el consumo de grasa procedente de la carne procesada y derivados lácteos.
  • Disminuir el consumo de bollería y alimentos ultraprocesados, por tener grasas trans o hidrogenadas, harinas refinadas, aceites refinados y gran cantidad de azúcar, ya que aumentan los niveles de colesterol.
  • Aumentar el consumo de fibra soluble, ya que impide la absorción intestinal de colesterol y grasa. Se encuentra en cereales integrales, verduras y legumbres. reseña mejorconsalud