Beber agua durante todo el día y mantenerse hidratado puede ser el hábito más saludable que debes seguir. Nuestros cuerpos están compuestos principalmente de H2O y la necesitamos para mantener continuamente los órganos en funcionamiento y eliminar las toxinas.
Los científicos relacionan el agua con una mejor salud del corazón, pérdida de peso e, incluso, una piel radiante.
Pero, ¿qué pasa si te acostumbras a beberla antes de acostarte? Lo cierto es que puede tener una serie de beneficios que nunca habías pensado y que agradecerás. Eso sí, no te pases con este líquido, no vaya a ser que tu sueño se vea interrumpido en varias ocasiones para visitar al señor Roca.
Control de la temperatura
Si eres del tipo de persona que siempre está dando vueltas por el frío o el calor, un vaso de agua antes de acostarse te puede ayudar. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el H2O ayuda a mantener la temperatura corporal en un rango normal, recoge ‘Taste of Home’. Cuando estás deshidratado, es más probable que sientas demasiado frío o calor.
Cabe destacar que entre el sueño y la vigilia existe una diferencia fundamental que radica en los cambios en la temperatura interna del cuerpo. Al dormir, los grados descienden debido a la baja actividad de los órganos; cuando estamos despiertos, se incrementan.
Piel brillante
Puedes despertar con una piel radiante si te tomas un vaso del agua antes de que termine tu día. Cuando estás deshidratado, tu dermis se ve seca y flácida. La piel hidratada también tiene menos probabilidades de tener arrugas prematuras, así que usa una mascarilla facial y poco de agua fría por la noche.
Mejora tu respiración
Si alguna vez te despiertas por la noche con síntomas de asma o alergia, intenta tener una botella de agua en tu mesita de noche. Cuando estás deshidratado, las vías respiratorias se contraen (se vuelven más estrechas) y esto puede dificultar la respiración. Pero si bebes un vaso de agua antes de acostarse puedes mantener tu sistema respiratorio hidratado y relajado.
Bueno para el corazón
Beber agua en cualquier momento del día es bueno para tu corazón. Si tiene sed a la hora de acostarte, eso significa que tu cuerpo necesita agua, así que sigue sirviéndote un vaso antes de dormir.
Los infartos siguen siendo la mayor causa de muerte en todo el mundo: siete millones de personas perecen al año a causa de un ataque cardíaco. En España, los datos sobre muertes por fallos cardíacos arrojan un total de 422.568 personas, un aumento del 6,8% respecto a años pasados, según informa el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Mejora el sistema inmunológico
Beber agua durante todo el día te ayuda a eliminar las bacterias de tu sistema. Cuando estás deshidratado, esas bacterias pueden asentarse en tu vejiga y provocar un tracto urinario u otro tipo de infección. Si no has tomado suficiente agua hoy, bebe mucho por la noche para evitar enfermedades.
Pérdida de peso
Múltiples estudios han encontrado un vínculo entre el agua y la pérdida de peso. Esto puede deberse al hecho de que mantenerse hidratado acelera el metabolismo. Cuando estás deshidratado, tu cuerpo no tiene la energía para quemar calorías adicionales, así que asegúrate de beber agua durante todo el día para mantener su metabolismo en marcha.
¿Cuánto hay que beber?
Beber ocho vasos al día no provoca daños, pero sí que es cierto que un exceso de líquido en el organismo puede ser grave cuando causa una dilución de sodio en la sangre, que crea una inflamación del cerebro y los pulmones.
Según la doctora Courtney Kipps, especialista en medicina deportiva de Reino Unido, se conocen al menos 15 casos de atletas que murieron por exceso de hidratación en eventos deportivos en las últimas décadas. «Es porque desconfiamos de nuestro propio mecanismo de sed y creemos que necesitamos beber más de lo que nuestros cuerpos requieren», indica. «Algo tan simple puede ser mortal», destaca.
Cabe destacar que entre el sueño y la vigilia existe una diferencia fundamental que radica en los cambios en la temperatura interna del cuerpo. Al dormir, los grados descienden debido a la baja actividad de los órganos; cuando estamos despiertos, se incrementan. reseña el confidencial