La palabra bulbo es sinónimo de ampolla. Es una lesión de la piel, elevada y palpable. Se forma en la epidermis y está llena de líquido.
En otras palabras, los bulbos son una especie de sacos rellenos de fluidos. También puede llamarse vesícula o flictena cuando es de menor tamaño.
Los bulbos son muy frecuentes, ya que pueden estar causados por numerosos factores como las rozaduras. En este artículo te explicamos brevemente sus características. También si es conveniente o no perforarlos.
¿Por qué se forman los bulbos?
Un bulbo se forma por una alteración de la epidermis. Puede ocurrir debido al roce, calor o enfermedades de la piel. A menudo se forman cuando hay fricción en un lugar. Por ejemplo, cuando los zapatos no calzan bien y frotan parte del pie. Otras causas incluyen:
- Quemaduras
- Congelación
- Eczema
- Reacciones alérgicas
- Enfermedades autoinmunes como el pénfigo
- Epidermólisis bullosa
- Infecciones como la varicela zoster y el herpes simple
- Infecciones de la piel incluyendo el impétigo
Los bulbos provocan dolor, la piel se enrojece y se irrita. Además, si se rompen, pueden tener complicaciones como infecciones. Cuando esto ocurre, suele drenar pus, y el área de alrededor aparece caliente y muy dolorosa. Incluso, puede provocar fiebre. De hecho, como los bulbos más frecuentes aparecen por el calzado, suelen causar molestias al andar.
Tratamiento
Lo normal es que los bulbos se curen por sí solos. No es necesario utilizar ningún medicamento. De esta manera, el líquido se reabsorbe y la piel de la ampolla se seca. Es importante evitar que se rompan para así reducir el riesgo de infección.
Los bulbos, en principio, no se deben pinchar ni perforar. Como bien hemos dicho, esto aumenta el riesgo de infección y complica su cicatrización. Sin embargo, se podría hacer con material estéril y con el debido cuidado posterior. De cualquier forma, lo ideal es cubrirla con un parche o venda.
En el caso de que haya pus o parezca infectado lo ideal es consultar al médico. En algunos casos es necesario que dicho bulbo se extirpe quirúrgicamente.
Procedimiento para drenar los bulbos
El entorno debe ser lo más limpio posible. La zona debe estar lavada con agua y jabón, y desinfectada con alcohol o agua oxigenada. Además, hay que utilizar agujas estériles. Para ello se deja la aguja unos minutos en alcohol o se calienta con una llama de mechero.
Solo debe pincharse una vez y en un lateral del bulbo. Lo ideal es presionarlo con una gasa estéril para vaciar el contenido. Después, se aplica un antiséptico y se coloca una gasa estéril. No se debe arrancar la piel sobrante. Por lo complejo de este procedimiento, lo ideal es realizarlo solo cuando el bulbo es demasiado grande o doloroso.
Cómo prevenir los bulbos
- Utilizar zapatos cómodos y que se adapten bien a tu pie. Lo ideal es que ates los zapatos de manera firme. Así, reducirás el movimiento entre el pie y el calzado.
- Usar siempre calcetines. Además, es importante que también se ajusten adecuadamente. Si utilizas unos calcetines de nylon, también reducirás la humedad del pie. Del mismo modo, debes tirar los calcetines que están desgastados.
- Los parches protectores suelen ser útiles si vas a hacer una excursión.
- Si el bulbo se debe a algún trabajo manual o deporte, debes utilizar guantes.
En conclusión
Es normal que tu primera reacción ante un bulbo sea querer explotarlo. El roce continuo y los bulbos en sí son muy molestos. Sin embargo, lo más adecuado es dejar que cure solo. La piel que lo recubre protege contra infecciones. Además, el líquido que contiene parece estimular la cicatrización de la zona. reseña mejorconsalud