La naturaleza no se domina con tanques y aviones, dice virólogo Mariano Esteban

El virólogo español Mariano Esteban busca una vacuna contra el coronavirus causante de la Covid-19 desde su larga experiencia luchando contra estos “bichitos” que nos hacen tan vulnerables, porque la naturaleza no se domina con tanques y aviones, sino con armas muy pequeñas y específicas.

Director del grupo Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC, el Consejo Superior de Imvestigaciones Científicas de España, Esteban dice que del SARS-Cov-2 ha sorprendido su capacidad de contagio y cree que en el futuro habrá ciclos en los que reaparezca, pero se actuará más rápido y se conseguirá abortar su proceso de extensión.

Pregunta: Los ojos del mundo están mirando a la ciencia

Respuesta: Los científicos somos gente muy callada y estamos ahí, siempre en la sombra, pero lo que pretendemos es tratar de hacer una labor a la sociedad. Yo, como virólogo, tratando de controlar los procesos infectivos que nos atacan.

Es gratificante ver cómo la sociedad y los gobernantes están mirando a la ciencia con ojos más cercanos, pues es la que aportará el conocimiento sobre el virus y los medios de control de la pandemia con antivirales y vacunas.

P: Usted estudia una vacuna contra la Covid-19 basada en una variante de la vacuna para erradicar la viruela, ¿por qué ha elegido este enfoque?

Porque la vacuna contra la viruela sirvió para erradicar la enfermedad más letal que ha padecido la humanidad. Esta variante nos sirve como vehículo transportador, al que insertamos en su ADN fragmentos del coronavirus. Eso nos permite que penetre en las células y produzca las proteínas del coronavirus que van a alertar al sistema inmune para crear anticuerpos que bloqueen el virus. También para activar la llamada respuesta celular de las células sanguíneas linfocitos T, producidos en la médula ósea, que son los encargados de reconocer la célula infectada y destruirla.

P: ¿Para cuándo esperan resultados?

R: Estamos avanzando, creo que en cuestión de unos días podremos tener un prototipo, que luego tenemos que caracterizar en células en cultivo y después en modelos animales.

En unos meses podemos tener ya la información sobre el tipo de respuesta inmunológica que induce en modelo animal y eso nos dará la pauta para hacer experimentos de desafío con el coronavirus, es decir, vacunar a ratones que expresan también el receptor humano ACE2 y ver si conseguimos protección después de la infección.

P: ¿Tienen ya experiencia con este enfoque para otras enfermedades?

R: Ya habíamos experimentado esta aproximación para otros virus emergentes, como chikungunya, ébola o zika, y ha demostrado su alta eficacia. En estos casos conseguimos, en modelos de ratón, protecciones del 80 al 100% frente a los distintos virus.

P: Y en general, ¿para cuándo se puede esperar una vacuna?

R: Yo creo que todos coincidimos: entre un año y año y medio. Entiendo la ansiedad por tratar de tener una vacuna lo antes posible, porque sabemos que son el remedio más eficaz para luchar contra enfermedades. Es nuestra mejor herramienta, pero tener una vacuna conlleva múltiples etapas para ver que es segura y protege claramente.

Actualmente hay cientos de ensayos clínicos con prototipos de vacunas en China, Europa, Estados Unidos. Al final conseguiremos probablemente tener varios prototipos, lo cual es también una forma más eficaz de luchar contra esta pandemia.

P: El mundo ha conocido otros coronavirus, ¿por qué este ha originado una pandemia?

R: Porque nos ha sorprendido en su capacidad de contagiar a la población. Con el SARS, en 2002 y 2003, o el MERS, en 2012, se controló más rápidamente su capacidad de extensión, pero este ha aparecido muy agresivo al propagarse y diseminarse con tanta rapidez.

Aún quedan muchas cosas por saber sobre este coronavirus , en primer lugar cómo surgió, cuál fue el animal transmisor al humano, su ciclo infectivo, su interacción con el sistema inmune, tiempo de permanencia en el organismo, dónde reside su debilidad, pero todo ello lo iremos aprendiendo en un tiempo bastante récord si se compara con otras pandemias como la del VIH.

P: Mucha gente nunca hubiera imaginado que algo tan pequeño como un virus pudiera hacer tantos estragos ¿esto nos tiene que hacer pensar en nuestra vulnerabilidad?

R: ¡Claro que somos muy vulnerables! No pensemos que dominamos la naturaleza con tanques y aviones y todo este tipo de armas sofisticadas. No, las que necesitamos son armas muy pequeñas, pero muy específicas, como antivirales y vacunas, frente a estos agentes que son muy agresivos y están causando un gran sufrimiento y muertes en la población mundial y estas enormes pérdidas económicas, lo que era impensable en una sociedad tecnológicamente avanzada.

Lo que tenemos que hacer es dar más apoyo a la ciencia para que utilice todos sus recursos para prevenir estos virus y otros emergentes y dañinos que van a ir apareciendo cada pocos años.

P: Habla de apoyo a la ciencia, pero durante años sus presupuestos han sufrido recortes.

R: Es indudable que la ciencia es el eslabón más débil a nivel político, porque los científicos no llenamos campos de fútbol, ni cosas por el estilo, estamos en los laboratorios y somos un colectivo al que, finalmente, a la hora de los recortes siempre nos afectan.

La ciencia es clave para evitar que todos estos virus, estos bichitos que llamamos, nos estén atacando continuamente, además de las bacterias, que se van haciendo cada vez más resistentes a los antibióticos.

La ciencia en España se ha visto muy desfavorecida, pero también ha sido general a nivel mundial, porque se piensa que los científicos, ahí, en los laboratorios, somos elementos raros, como que nos entretenemos, pero trabajamos duramente. Estamos ahí luchando para entender la biología de los virus, cómo actúan y conseguir vacunas y antivirales, pero si no tienes financiación no puedes abordar esos proyectos

P: ¿También es necesario que la sociedad reconozca su trabajo?

Si la sociedad lo demanda, los políticos van a actuar. Necesitamos del apoyo de la sociedad, que vea la ciencia como una herramienta imprescindible para la salud y el avance tecnológico y a los científicos como personas que están ahí para defenderles contra las enfermedades y hacer que tengan una calidad de vida mucho mejor. Esta pandemia nos está poniendo a todos en su sitio, siendo admirable el ejemplo de nuestra sociedad. EFE