Cuando se trata de adelgazar, hemos escuchado consejos de todo tipo.
Hay que beber un vaso de agua con limón, no consumir carbohidratos de noche, saltarse comidas o restringir los alimentos que ingieres son algunos de ellos. En ocasiones estos consejos pueden ser útiles y en otros se tratan solo de mitos sobre el adelgazamiento.
Este tipo de consejos a veces lo único que consiguen es crearnos todavía más dudas. En esa categoría podríamos encontrar las dudas sobre si es suficiente con reducir las calorías que comemos aunque no hagamos ejercicio o si, por el contrario, podemos adelgazar comiendo mucho siempre que hagamos ejercicio y nos movamos. Una investigación reciente intenta aclarar esta duda.
Estudio sugiere que entre las dos, la mejor opción es comer mucho siempre que luego lo gastemos. No es la primera vez que lo decimos, uno de los errores que podemos encontrar al intentar adelgazar es no incluir el ejercicio en nuestra rutina. Este estudio confirma esta idea.
Para llevar a cabo la investigación, utilizaron dos muestras independientes para comprobar si los resultados se replicaban. Una de las muestras se componía de 162 adolescentes – 82 mujeres y 80 hombres – , mientras que la otra se componía de 91 mujeres de entre 18 y 20 años. En ambas muestras, un bajo gasto de energía – aunque se consumieran pocas calorías – predecía un aumento futuro en la grasa corporal. Sin embargo, un flujo grande de energía – consumir más calorías, pero gastarlas – parecía evitar la ganancia de grasa.
La explicación, según estos investigadores sería que el consumir energía y luego gastarla estaba asociada con un mayor gasto metabólico en descanso.
La muestra de ambas investigaciones es muy pequeña y la variedad de la edad de los participantes tampoco es muy alta, lo que podría dificultar la extrapolación de los resultados a otras poblaciones. Otras investigaciones posteriores, encuentran también que los términos utilizados y definidos por estos investigadores no son del todo correctos, lo que también podría afectar a los resultados.
Otro de los problemas de esta investigación es que el tiempo durante el que se lleva a cabo es tan solo de dos semanas, lo que resulta un tiempo muy limitado y puede afectar a la validez de los resultados. En cualquier caso, y de confirmarse estos resultados con nuevas investigaciones, podría significar un cambio importante al abordar las dietas: en vez de dar tanta importancia a reducir la cantidad de calorías, se debería considerar la posibilidad de aumentar la ingesta de calorías, pero aumentar su gasto mediante actividad física y ejercicio. reseña vitonica