Varios estudios y expertos han confirmado que lo peor que una persona puede hacerle no solo a su corazón, sino a su salud en general, es la falta de actividad física y los hábitos poco saludables de alimentación. Te contamos cuál de estos errores tiene mayor impacto en la salud cardiovascular.
El sedentarismo puede tener un efecto negativo a gran escala para el corazón porque aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares ante una falta de actividad física.
Así lo han explicado los especialistas consultados por el portal EatThis, NotThat!, quienes citaron estudios que han comprobado que las personas que llegan a los 90 años sin problemas cardiacos tienen un hábito común: hacer ejercicios físicos al menos media hora varias veces a la semana.
«La movilidad es muy importante para la longevidad, pero también para el cuidado del corazón. El denominador común es el nivel de actividad», dijo Kimberly Powers, una enfermera especializada en cardiología. Además recordó que se deben controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.
Peter Pollock, cardiólogo intervencionista de la Clínica de Mayo, coincidió en que el sedentarismo puede ser el peor enemigo para la salud, ya que se correlaciona con el riesgo de enfermedades cardiacas y la muerte. Asimismo, señaló que es bueno medir el estado físico sin importar la edad, esto se puede calcular contabilizando las flexiones que uno puede realizar o incluso en la velocidad que uno tiene al caminar.
«Cuanto más te muevas y te mantengas más activo en cada etapa de la vida, tus probabilidades de sufrir una enfermedad cardíaca se reducirán gradualmente de muchas formas, algunas de ellas ni siquiera las entendemos del todo», señaló Pollock.
Según la Asociación Americana del Corazón, todas las personas deberían realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada a la semana o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana. Aunque ambos pueden ser combinados. La intensidad moderada incluye cualquier actividad que acelere el ritmo cardiaco como la caminata, el baile, o un paseo en bicicleta, mientras que la actividad vigorosa es más intensa y causa sudoración al momento de correr, caminar cuesta arriba, saltar la cuerda o inclusive la natación.
Los especialistas consideran que cualquier cantidad de movimiento es mejor que pasarse todo el día sentado o recostado, además estas actividades pueden ser divididas en periodos cortos de actividad a lo largo del día o semana.
«No tiene que pasar de no hacer nada a correr maratones. De hecho, el mayor salto en beneficio viene de no hacer nada a hacer algo. Simplemente comienza dedicándote a hacer alguna actividad todos los días para que tu cuerpo se mueva», precisó el cardiólogo Quentin Youmans a WOTV.
Se ha comprobado que la actividad física es clave para prevenir las enfermedades cardiacas, pero se puede consolidar el cuidado de la salud con una dieta saludable y equilibrada que contenga proteínas magras, grasas de calidad y alimentos ricos en fibra.
Los médicos recomiendan preocuparse menos por hacer dieta y más por comer alimentos que nutran el organismo. Varios estudios han demostrado que un gran porcentaje de personas que padecen de obesidad y han perdido peso con dietas, eventualmente recuperan esos kilos duplicando el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
por Sputnik
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