Omar Ávila: ¿Negociación o justicia selectiva?

Omar Ávila

En días recientes, la administración estadounidense, inmersa en un complejo proceso de negociación con el gobierno venezolano, ejerció una atribución constitucional al liberar a Alex Saab, quien permanecía detenido desde el 12 de junio de 2020 cuando su avión realizaba un trayecto desde Venezuela hasta Irán con fines presuntamente humanitarios, para comprar alimentos y gasolina para el gobierno de Nicolás Maduro. Fiscales de EEUU acusaron a Saab de lavado de dinero y sobornos a funcionarios para sacar ventaja de las tasas del control cambiario en Venezuela.

Este episodio arrojó luz sobre la percepción equivocada de la total independencia del sistema judicial estadounidense y reveló la naturaleza directa de las negociaciones gubernamentales, desmitificando la supuesta autonomía de ciertos sectores que ahora parecen ser más una fachada que una entidad genuinamente independiente.

La historia ha dejado en claro que Estados Unidos ha sido pionero en establecer acuerdos y negociaciones que, en su mayoría, buscan salvaguardar sus propios intereses, tanto a nivel interno como externo. En este contexto, es fundamental comprender que, en el juego de las relaciones internacionales, los países actúan de acuerdo con sus intereses, despojando de romanticismo cualquier suposición de altruismo.

La esfera política tiene la capacidad de infiltrarse en todos los aspectos de la sociedad, sin excepción. Esta premisa se evidencia con la liberación a la fecha de escribir este artìculo de alrededor de 20 individuos, entre ellos seis sindicalistas que, tras liderar protestas en demanda de salarios justos y mejoras laborales, fueron condenados a más de 16 años de prisión en agosto pasado. Su liberación plantea interrogantes sobre la naturaleza del proceso judicial y la posible influencia política en estas decisiones.

En este contexto, desde Unidad Visión Venezuela, hacemos un llamado respetuoso al presidente Nicolás Maduro en este periodo festivo para que considere un indulto que abarque a todos los presos políticos. Este gesto no solo contribuiría a aliviar tensiones internas, sino que también sería un paso hacia la reconciliación y la construcción de un diálogo nacional inclusivo. En estas fiestas decembrinas, la clemencia y la compasión pueden ser los pilares sobre los cuales se construye un futuro más justo y equitativo para todos los ciudadanos venezolanos.