Omar Ávila: Medidas contra el desempleo y la inflación

Omar Ávila

Estamos a un mes de finalizar el primer semestre del año 2023, y lamentablemente, el único cambio sustancial que hemos presenciado en Venezuela es el aumento en el número de personas que se dedican al trabajo informal o al autoempleo debido a la escasez de oportunidades de empleo formal. Este cambio hacia la informalidad tiene consecuencias graves para la seguridad laboral, la protección social y la estabilidad de los ingresos, como hemos venido advirtiendo desde Unidad Visión Venezuela.

El mes pasado, el gobierno nacional efectuó el pago del bono de guerra económica, pero lamentablemente, los trabajadores activos recibieron 750 bolívares -menos en comparación con el mes de abril- en el cual la asignación fue de 1.100 bolívares (equivalente a 44$ al momento de la cancelación) que no solo resulta insuficiente, sino que los derechos laborales son progresivos, razón por la que debieran de haber abonado por lo menos la misma cantidad del mes de abril. Sumado a esto, nos encontramos que muchos empleados públicos no recibieron este beneficio. Además, los otros bonos de menor cuantía tampoco llegan a muchos venezolanos, a pesar de estar registrados en el Sistema Patria.

En nuestros encuentros y conversaciones con la población, también hemos notado un creciente número de personas que nos informan que no están recibiendo ningún tipo de «beneficio» a través del Sistema Patria. De hecho, este fin de semana, durante la Consulta Pública para la Ley Integral para Personas Sordas y con Discapacidad Auditiva que estamos llevando a cabo desde la Asamblea Nacional, varios miembros de la Asociación de Sordos de Caracas expresaron la misma situación.

Es evidente que uno de los retos radica en cómo conciliar los bonos con la subida del dólar y la inflación. La existencia de productos en el mercado nos lleva a considerar la especulación cambiaria, que surge principalmente de no haber aceptado al dólar como parte integral de la economía. Sería positivo que los bancos pudieran dar créditos en dólares, por ejemplo. En la actualidad, la escasez que afecta la inflación proviene en gran medida de la falta de divisas. Una forma de resolver esto, es permitir que el gobierno no sea el único oferente de dólares en el mercado.

Si bien no es una tarea fácil, sin duda se necesitan políticas audaces que puedan impulsar cambios significativos. Una opción podría ser fomentar la participación de más empresas en la bolsa, lo que podría atraer inversión y generar empleo.

Para revertir estas tendencias preocupantes, es fundamental que los responsables políticos tomen medidas decisivas para abordar la situación. Se requieren políticas sólidas que promuevan el empleo formal, mejoren la calidad de los empleos y aborden la problemática de la inflación.

En primer lugar, es esencial abordar la inflación de manera efectiva. Esto requiere implementar políticas monetarias y fiscales sólidas que controlen la inflación y estabilicen la economía. Se deben tomar medidas para reducir la dependencia del gobierno como único proveedor de dólares en el mercado y promover una mayor participación del sector privado. Además, es necesario fortalecer los mecanismos de control de precios y combatir la especulación para evitar que los aumentos desmedidos afecten aún más el poder adquisitivo de los trabajadores.

En segundo lugar, es necesario impulsar la creación de empleo formal. Esto implica promover un entorno favorable para las inversiones, reducir la burocracia y mejorar la seguridad jurídica. Las empresas necesitan confianza y estabilidad para expandirse y así poder contratar a más trabajadores.

En tercer lugar, se deben mejorar las condiciones laborales y la protección social de los trabajadores. Esto implica garantizar el respeto a los derechos laborales, como salarios justos, horarios de trabajo adecuados, seguridad laboral y acceso a prestaciones sociales, entre otros. También es necesario fortalecer los sistemas de seguridad social y ampliar la cobertura de protección social a todos los trabajadores, independientemente de su tipo de empleo.

En resumen, los precarios ingresos por trabajo en Venezuela representan una realidad alarmante que requiere acciones urgentes. Es fundamental que los responsables políticos implementen políticas audaces y efectivas que promuevan el empleo formal, mejoren la calidad de los empleos y aborden la inflación. Solo a través de medidas sólidas y coherentes se podrá avanzar hacia un futuro más inclusivo y próspero para todos los venezolanos.