Henrique Capriles: Sobran las razones

Entramos en la recta final. En apenas 21 días, los venezolanos tendremos la oportunidad de pronunciarnos por el futuro de las próximas generaciones, por el derecho a soñar con un mañana en el país que nos merecemos, de emprender el camino para rescatar a nuestra patria de la pobreza y de la involución histórica, económica y social en la que la tiene sumida un pequeño grupo de corruptos que está atornillado en el poder.

Solo dos domingos a partir de hoy nos separan del 6 de diciembre. No me cabe duda que ese día el “gloria al bravo pueblo, que el yugo lanzó” se entonará por los cuatro costados de nuestra querida Venezuela, hoy empobrecida por esa cúpula que, además de confiscar haciendas, fábricas, industrias y el poder para su beneficio personal, ha pretendido secuestrar el futuro de los 30 millones de seres que habitamos esta Tierra de Gracia.

Estamos pues en el momento de las definiciones. El próximo 6 de diciembre será el “Día D” para el inicio del ataque contra el robo, el despojo y el saqueo de los dineros públicos; contra el vasallaje de las instituciones, contra la subordinación de los intereses de todo un país a los dictámenes de un partido político como ocurre ahora.

El 6 de diciembre, día de las elecciones parlamentarias, el pueblo se expresará a favor del cambio y el progreso. Los venezolanos acudiremos masivamente a elegir un nuevo parlamento que sentará las bases para un gobierno constructivo y orientado a buscar las soluciones a los muchos problemas que hoy aquejan a nuestro pueblo. Los resultados, como gusta decir a la señora del CNE, serán irreversibles, pero a favor de ese clamor por el cambio que hoy recorre nuestro país.

Ganar la Asamblea Nacional no se trata de un simple quítate tú para ponerme yo. ¡No! Nuestro pueblo exige un cambio profundo, un cambio en el rumbo del país. Nuestro pueblo es talentoso y quiere oportunidades reales para salir de la pobreza, ese el principal reto que tenemos por delante a partir del 6 de diciembre, cuando finalmente podremos mirar al siglo XXI.

Mirar a ese siglo XXI es ver la multiplicación de las oportunidades en nuestras comunidades con la construcción de muchas escuelas como nuestra nueva escuela Simón Díaz en Guatire, la escuela número 48 construida durante nuestra gestión en Miranda, que entregamos a la comunidad de Terrazas del Rodeo este jueves. La Simón Díaz será, además, una escuela musical, donde nuestros niños podrán aprender música venezolana y elevar así sus conocimientos y oportunidades de tener un futuro de progreso. Eso sí es estar en el siglo XXI.

Educación, educación y más educación. Un niño escolarizado tiene parte de su futuro asegurado y es una persona valiosa para nuestro país. El nuevo parlamento que elegiremos el 6 de diciembre, y quienes desde nuestras posiciones de gobierno acompañaremos su labor, estamos obligados a facilitar las herramientas al talento de nuestra Venezuela para lograr un país productivo, y eso lo podemos lograr con la conjunción de esfuerzos entre la empresa pública y privada.

El rescate de la patria es la consigna, la prioridad es Venezuela, y unidos todos, el bravo pueblo será invencible, no importa la campaña sucia que ha desatado el gobierno nacional ante el desespero que le produce el rechazo de un pueblo que se cansó de que lo tenga viviendo la peor crisis de la historia del país y que mira con repulsión sus vagabunderías, que siente vergüenza de que nuestra nación se mencione en la prensa mundial por las relaciones de su gobierno con delincuentes.

El dúo Nicolás-Cabello sabe que nuestro pueblo quiere un cambio de rumbo y ellos no están invitados, por eso apuestan a las amenazas de mantenerse en el poder “como sea”, desde mandar a sus bandas a disparar contra quienes nos oponemos a su desgobierno hasta raspar la olla para regalar lo que sea… Su desconexión con nuestro pueblo es tal que suponen que con la regaladera de electrodomésticos pueden comprar el voto de los millones de venezolanos que hoy consumen sus días en una cola para conseguir un paquete de harina.

¿Quiénes destruyeron nuestra economía como lo han hecho? ¿Quiénes son los responsables de que hoy la inflación ande por el 200%, la más alta del mundo, al igual que la escasez de alimentos y medicinas? ¿Quiénes regalaron nuestro petróleo como si éste brotara en el patio de su casa? ¿Quiénes dilapidaron y se embolsillaron la mayor bonanza petrolera que ha tenido Venezuela en toda su historia? ¿En cuál gobierno se contabilizan 25 mil homicidios en un año? ¿Dónde están los funcionarios responsables de tener actualmente más de 1,3 millones de niños y jóvenes sin oportunidades de estudio?

Todos sabemos que los responsables son los del gobierno, los jefes en Miraflores, en los ministerios, en la Contraloría y la Fiscalía, en el CNE y en una Asamblea Nacional, ellos han permitido toda clase de desafueros del gobiernito del dúo Nicolás-Cabello y comparten la responsabilidad por las infinitas penurias que hoy afectan a nuestro pueblo.

Por eso, el 6 de diciembre, con nuestros votos, vamos a salir de esta terrible circunstancia que es este gobierno, y el año que viene tendremos una nueva Asamblea Nacional para convertir las propuestas para rescatar a Venezuela en exigencias. La meta de todos, como país, será superar el atraso y la pobreza y emparejarnos con otras naciones que aprovecharon los primeros 15 años de este siglo para mejorar las condiciones de vida de sus pueblos. Si el gobierno no quiere cambiar, si pretende insistir en secuestrar el futuro de los venezolanos, cambiaremos de gobierno, siempre por las vías que nos da la Constitución.

Los números hablan por sí solos. El sentimiento de cambio se vive en cada rincón de nuestra Venezuela. Ahora nos toca hacerlo realidad el 6 de diciembre con nuestros votos. El cambio es posible y está en nuestras manos. Ve y cree que juntos podemos llegar muy lejos. Sobran razones para unirnos. ¡Dios bendiga a nuestra Venezuela!