Alejandro J. Sucre: Dos errores

El país puede volver a la paz social, política y crecimiento de la producción con equidad

Venezuela has sufrido 2 tipos de errores en el diseño de sus políticas económicas en los últimos 40 años.

 

Error No. 1: los paquetes fondomonetaristas

 

Después de los controles de cambio y de precios que erosionaron las reservas internacionales durante los gobiernos de los presidentes Luis Herrera y Lusinchi en los años ochenta, los paquetes fondomonetaristas aplicados por CAP II y Caldera II en los noventa eran inevitables. Los paquetes fondomonetaristas contenían varios aciertos como lo fue liberar el mercado cambiario, los precios y abrir la economía a la competencia internacional. Sin embargo, esos aciertos en las medidas económicas fondomonetaristas no pudieron sostenerse debido a varios motivos: 1). La burocracia del Estado se mantuvo ineficiente y se usó la devaluación para financiarla. Esto hizo que la liquidez monetaria creciera mucho más que la producción, lo que generó inflación y tasas de interés altísimas (hasta de 85%) y devaluaciones diarias (crawling peg). Bajo esas condiciones, era imposible para las empresas venezolanas competir con las importaciones. Y 2). las privatizaciones que hicieron esos gobiernos para mejorar la productividad de las empresas del Estado fueron a monopolios privados, y como resultado las tarifas por esos servicios eran más altas que en otros países. Así en Venezuela se pagaba más por el cemento, el teléfono, el acero, etc., que en otros países y esto hizo que la sociedad fuera menos competitiva. Altas tasas de interés , devaluaciones, junto a altos costos de servicios y gasto fiscal financiado por la devaluación hicieron que la pequeña y mediana empresa no surgiera y hubo mayor desigualdad social.

 

Error No. 2: el paquete socialista siglo XXI

 

Alimentándose en la desigualdad social de los noventa, aprovechando la subida de los precios del petróleo, el socialismo del siglo XXI (SSXXI) hizo lo contrario en casi todas las áreas. Impuso control de cambio, junto a controles de precios, nacionalizó todas las empresas privatizadas y fijó precios por debajo de los costos de producción generando subsidios insostenibles a la población. Adicionalmente, generó las misiones sin ningún tipo de proporción entre deberes y derechos ni en productividad. Y para echarle más leña al fuego, el gasto fiscal se hizo más ineficiente e irracional que en las décadas anteriores, a la vez que trataron de frenar la actividad privada por pecaminosa y de santificar las actividades de los funcionarios públicos. El resultado es que hoy tenemos la peor combinación de políticas económicas nunca experimentada en Venezuela: capitalismo de Estado, controles para que los ciudadanos no produzcan, burocracia santificada que tampoco produce y dinero inorgánico que genera un falso poder adquisitivo que origina las colas, la escasez y la inflación. Hoy Venezuela tiene la caída de la producción más bárbara del planeta luego de Siria.

 

Políticas acertadas

 

Los funcionarios públicos, los sindicalistas, los comuneros e izquierdistas deben ser valientes y crear sus empresas en lugar que usar al Estado para confiscar las empresas ya operando. Y los empresarios tradicionales en lugar de buscar privilegios del Estado deben competir, invertir e innovar. Venezuela fuese una taza de plata si aplicaran las siguientes medidas económicas: libre empresa en todos los sectores que compita con las empresas del Estado eficientes, libertad cambiaria y de precios, una buena aplicación de la ley antimonopolios, un gasto fiscal ejecutado a través de licitaciones y no para los amigos y las misiones para hacer más productivo y menos dependiente de subsidios a la población. Bajo este escenario de políticas económicas a nuestro país volvería la paz social, política y el crecimiento de la producción con equidad. Las medidas económicas de febrero del presidente Maduro donde hizo el ajuste del precio de la gasolina y anunció liberar el cambio y los precios, van en la dirección correcta pero se quedan muy cortas.

 

Al dilatar las medidas de apertura, vender reservas de oro sin corregir las fallas del gasto fiscal ni en las empresas del Estado, los funcionarios públicos designados a dedo controlarán la ruina.

 

@alejandrojsucre