Privilegian Misión Ribas en asignación de carreras en UCV

Estudiantes con calificaciones de 20 puntos egresados de la Misión Ribas, que gradúa a sus alumnos en apenas 2 años, fueron privilegiados en el reparto de cupos de la Oficina de Planificación del Sector Universitario en la UCV frente a bachilleres que se graduaron en la educación convencional con notas similares.

 

Un informe de la Comisión para el Estudio de Asignados 2015 de la UCV, que evaluó la data de los aspirantes de las carreras Computación, Ingeniería Agronómica, Medicina y Derecho, indica que 93% de los bachilleres que egresaron con 20 puntos de la Misión Ribas pudieron entrar a las carreras a las que aspiraban, mientras que solo 7% de las plazas fueron otorgadas a estudiantes sobresalientes de planteles públicos o privados.

 

La OPSU asignó en la UCV 6.748 cupos (71%). Las denuncias se centraron en que estudiantes de liceos públicos y privados con promedios de 19 y 20 puntos no pudieron ingresar.

 

Cuando la OPSU otorgó entre 70% y 100% de los cupos de las universidades los consejeros de la Facultad de Humanidades de la UCV calificaron la medida de “dakaso académico”. El ministro de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Manuel Fernández,  respondió con el argumento de que el Sistema Nacional de Ingreso debe ser “más abierto, influyente y equitativo” para incluir a los egresados de instituciones públicas y privadas. Sin embargo, en la práctica se benefició a bachilleres graduados en dos años en un sistema educativo que comenzó en 2003 en el gobierno de Hugo Chávez.

 

La comisión que analizó la data de los 65.000 estudiantes que aspiraron a un cupo en la UCV, coordinada por Tulio Ramírez e integrada también por los investigadores Amalio Sarco Lira, Audy Salcedo, Ruth Díaz Bello, Maite Toro, Carlos Falcón e Inírida Rodríguez, considera que se trató de una “asignación perversa”.

 

Entre los hallazgos de la investigación está que la OPSU benefició a 39,5% de egresados de la Misión Ribas que aspiraban a estudiar en la UCV y que en las menciones de Ciencias y Humanidades se admitió a 3,5% y a 1,3%, respectivamente, pese a que estas áreas son las de mayor demanda. El resto de las asignaciones se distribuyen entre las menciones Bilingüe, Agropecuaria, Ciencias Básicas, Industrial, Asistencial, Comercial, Artes y Seguridad y Defensa.

 

“Todo indica que con ese privilegio a la Misión Ribas, por encima de menciones tan tradicionales y abultadas como Ciencias y Humanidades, además de los egresados de los liceos privados, pretenden ocupar las plazas de la universidad con afectos al gobierno. Porque se parte de la idea de que los aspirantes de la Misión Ribas tienen cierta afinidad con las políticas del gobierno”, denunció Ramírez.

 

Sobresalientes no admitidos. En la Escuela de Medicina se postularon 10.394 personas y se otorgaron 215 plazas. Quedaron sin oportunidad de ingresar 10.179 estudiantes. En este caso 96% de los aspirantes con promedios superiores a 19,390 no fueron asignados, mientras que 90% de los admitidos tienen notas en bachillerato de entre 14 y 17 puntos.

 

En Derecho 11.337 bachilleres querían estudiar y se otorgaron 500 cupos.  87% tenía promedio de entre 13 y 17 puntos. El promedio del estudiante que quedó en el puesto número 500 era de 17,14 puntos. En la lista había 69% de aspirantes con notas superiores a esa que no fueron asignados.

 

En Computación otorgaron 180 plazas, pero había 1.639 aspirantes, de los cuales 79% tenía notas de entre 13 y 17 puntos. Los investigadores denuncian que 51% de bachilleres con promedios mayores a 16 puntos que demandaban un cupo no fueron admitidos.

 

De las 1.639 personas que querían cursar Ingeniería Agronómica,  solo 300 obtuvieron cupo. 92% eran estudiantes con calificaciones de entre 13 y 17 puntos. 25,6% de los aspirantes con calificaciones superiores a 15,244 –como el que ocupó la última plaza– no fueron asignados.

 

Irregularidades. La OPSU tomó este año como referencia para la asignación de cupos el promedio académico del estudiante (50%), el estatus socioeconómico (30%), la territorialidad (15%) y  la acción social (5%) para crear un algoritmo que indique el índice académico único de cada estudiante. Los investigadores denuncian que hay casos en los que un estudiante tiene distintos cálculos de índices académicos según la carrera a la que se está postulando.

 

Uno de los ejemplos expuestos por la comisión es el de un estudiante con promedio de 19,7 puntos que no quedó seleccionado en ninguna de las seis opciones de las carreras de Salud que escogió para cursar en la UCV. En la data del SNI quedó registrado que su índice para Biología es de 80,480, para Medicina 84,228, Enfermería 80,478, Nutrición y Dietética 87,978 y  Farmacia 84,228.

 

 

Defienden pruebas internas

Las autoridades de las universidades autónomas Central de Venezuela, Simón Bolívar, los Andes, de Oriente, del Zulia y Carabobo aún esperan que el Tribunal Supremo de Justicia les notifique sobre la sentencia emitida el martes, en la que les ordena inscribir a 197.162 alumnos seleccionados por la OPSU. Sin embargo, antes del fallo USB, UCV, ULA y UC habían acordado defender los cupos de los alumnos asignados mediante pruebas internas.

 

El viernes el presidente Nicolás Maduro agradeció la decisión del TSJ y expresó: “Se acabaron las mafias de los cupos en las universidades”. Luego anunció que premiarán con viajes nacionales e internacionales a 10.000 estudiantes con buen rendimiento.

 

Las Cifras

96% de los aspirantes con promedios superiores a 19,390, nota que presentó el último admitido por OPSU, no fueron seleccionados en Medicina

 

69% de los aspirantes con promedios superiores a 17,146, que presentó el aspirante al último cupo distribuido, no fueron admitidos en Derecho

 

25,6% de los aspirantes con promedios superiores a 15,244, promedio del bachiller al que se le otorgó el último cupo, no fueron asignados a Ingeniería Agronómica

 

51,11% de los aspirantes con promedios superiores a 16,659, nota que cerró los ingresos por OPSU en esta Escuela, no fueron asignados a Computación